La dirección y el comité de empresa de Laboro, una de las subcontratas de Campofrío Frescos (antes Carnes Selectas), pusieron ayer fin a seis días de huelga al alcanzar un acuerdo en el nuevo pacto de empresa que fue refrendado y también muy celebrado por los más de un centenar de trabajadores que se acercaron a última hora de la mañana hasta las puertas de la factoría para conocer el resultado de la última reunión entre la compañía y los sindicatos CCOO, UGT, USO y SOI.
El final de la huelga se escenificó como un alivio. Las negociaciones habían entrado el martes y el miércoles en una espiral que dificultaba cada vez más el acuerdo y el presidente del comité de empresa, Rodrigo García, no podía disimular el peso que se había quitado de encima. La presión y la responsabilidad era grande ya que la plantilla se movía entre el deseo por mantener la protesta y el temor a que la movilización se fuera de las manos y se hiciera realidad el rumor de que la subcontrata podía llegar a extinguirse.
«Todo lo que hemos pedido, lo tenemos. Creo al final lo hemos conseguido», afirmaba a viva voz García ante el abultado corro que formó la plantilla a las puertas de la fábrica. Laboro había aceptado pagarles con carácter inmediato un plus de 30 euros por cada domingo que trabajen (hasta ahora percibían 20), abonar 25 euros al mes (antes no recibían nada) por un complemento de absentismo (siempre que la ausencia no se deba a una enfermedad común) y fijar en un máximo de 6 viernes al año (su jornada es de domingo a jueves) los días que tienen que ir a trabajar (antes estaba fijado en 10). Además, en estos días pasarán de cobrar 17 euros la hora a 20.
Los sindicatos, por su parte, tuvieron que renunciar a la exigencia que habían puesto encima de la mesa en los últimas jornadas de protesta de que se les abonara el día de huelga como si lo hubieran trabajado. Eso sí, entendieron que lo habían podido compensar con la mejora inmediata en el plus del domingo (la empresa solo aceptaba pagar 25 euros en 2018) y con la garantía de que no iban a tener que acudir a la fábrica los sábados (la dirección quería que pudieran ir uno al año).
Tras detallar los términos del acuerdo, el presidente del comité preguntó a la plantilla sí respaldaban el preacuerdo y la respuesta fue un contundente sí. Tanto que se optó por no utilizar la urna que se había llevado para votar.
El secretario de la Federación de Industria de CCOO, Juan Ignacio Ruiz, calificaba como un «éxito» la huelga y destacaba que se había desarrollado «sin ningún incidente y sin violencia».
El secretario de Industria y Agro de UGT, Ramiro Marijuán, hacía una «valoración muy positiva» del acuerdo, daba la «enhorabuena a los trabajadores» y Roberto Alonso y Carlos Temiño, de USO y SOI, se felicitaban por lo que entendían como una victoria sindical.
daños colaterales. El impacto de la huelga en la factoría hizo que ayer los empleados del matadero de Campofrío Frescos no fueran a trabajar. La multinacional había aducido motivos de «fuerza mayor» para comunicarles que no acudieran a la fábrica y los sindicatos se pronunciaron en contra al entender que la situación no era sobrevenida. Avanzaron que interpondrá una denuncia ante la Inspección de Trabajo.