Una carta de cinco folios de extensión ha conseguido que el Sumo Pontífice reciba a un centenar de afectados por la ELA. «Consideramos que es un personaje mediático que puede interceder ante los gobiernos mundiales para que se de a conocer la situación tan difícil en el día a día de los afectados y la urgente necesidad de investigación», afirma Henar Sánchez, hija de un enfermo de ELA ya fallecido