El santuario priápico, el tramo de la Cueva Román que esconde el subsuelo de Clunia en el que máscaras, símbolos fálicos e inscripciones referentes a personajes de relevancia de este territorio latino se han preservado inalterables desde hace casi dos mil años, ajenos a la intervención directa del hombre, se convertirá en el principal reclamo de este yacimiento romano existente en la Ribera del Duero burgalesa.
Un estudio encargado por la Diputación Provincial, titular de este enclave ubicado en el término municipal de Peñalba de Castro, ha determinado que su existencia es el principal elemento diferenciador de la antigua Colonia Clunia Sulpicia respecto a otros asentamientos latinos existentes en el país, como Mérida, Sagunto o Segóbriga. En consecuencia, apuesta por su puesta en valor y su aprovechamiento para intentar atraer visitantes al yacimiento y convertirlo, así, en uno de los principales recursos turísticos de la provincia de Burgos.
El principal problema para materializar esta actuación vendría provocado por las propias características del santuario. A las dificultades de acceder al mismo, la Cueva Román aglutina el complejo sistema de abastecimiento hidráulico que suministraba agua a los habitantes de Clunia, por lo que algunos de sus pasajes están anegados, hay que unir la extrema fragilidad de las formas y relieves que oculta en su interior. Elaborados con la propia arcilla de las galerías hace casi dos milenios, incluso una corriente de aire podría alterarlos de manera definitiva. Algo que convierte en poco menos que inviable la organización de recorridos por el mismo con el importante flujo de visitantes que conllevaría.
Para salvar esta coyuntura, podría estar planteándose la posibilidad de realizar una réplica del subsuelo del cerro de Peñalba de Castro que, funcionando de manera similar que el duplicado de las Cuevas de Altamira existente en Santillana del Mar (Cantabria) permita a los turistas conocer este espacio singular al mismo tiempo que se preserva el original de las consecuencias indeseadas de su explotación turística.
Nuevo plan director
Este planteamiento forma parte de la propuesta de mantenimiento y conservación del yacimiento arqueológico que hoy mismo se explicará en la Comisión de Cultura de la Diputación Provincial y que ya se dio a conocer, hace unos días, a los miembros de la Comisión de Urbanismo.
En la proposición, además de la apuesta por potenciar y difundir el santuario priápico, destaca un capítulo de inversiones de cerca de seis millones de euros a ejecutar a lo largo de la próxima década, aunque el principal esfuerzo económico se haría en el primer cuatrienio, dejando los seis últimos años a actuaciones menores.
Las actuaciones previstas quedarán recogidas en un nuevo plan director, que sustituya al que se aprobó en 1966 y que estuvo vigente hasta bien entrado este siglo y que, lógicamente, ya se ha dado por finalizado. Este nuevo documento, cuya redacción podría ser responsabilidad de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, estructuraría las actuaciones en tres pilares básicos.
La primera de las líneas de actuación se centrará en dar continuidad a las excavaciones y las labores de investigación vinculados al yacimiento. A pesar de su enorme extensión, su superficie total ronda las 130 hectáreas, la intención es continuar trabajando en los mismos espacios en los que se ha hecho hasta ahora, reforzando aquellos puntos en los que ya se han hecho catas, básicamente la zona del asentamiento y el foro.
El segundo cimiento de este plan se centrará en la difusión de los hallazgos y del propio yacimiento mediante la ejecución de proyectos de museización. En este capítulo se contempla la mejora de los edificios ya existentes así como la construcción de un nuevo centro de interpretación arqueológica, que sustituya a la actual, estructurada en dos plantas y en la que se exhiben objetos arqueológicos y permite adentrarse en la situación y significación de la ciudad romana, que prácticamente se quedó pequeña el mismo día de su inauguración.
En tercer lugar, los esfuerzos se centrarán en un plan de dinamización turística que permita situar a Clunia como uno de los principales elementos patrimoniales de la provincia. En este caso, no se habla solo de promoción, sino también de la mejora y el desarrollo de iniciativas especialmente dirigidas al ámbito educativo, para hacer más atractiva la visita al yacimiento.
IMPLICACIÓN COMARCAL
La intención de la Corporación provincial es lograr que se implique todo el entorno de la comarca en la difusión y puesta en valor de los restos hallados del enclave romano, por lo que se buscará la participación de todos los municipios de la zona sur de la provincia y, de una manera especial, de aquellos que se encuentran más cercanos al mismo, empezando por la propia Peñalba de Castro, pedanía de Huerta de Rey en cuyo término municipal se encuentran enclavados los restos de la ciudad.
Con este planteamiento, desde la Diputación se pretende que Clunia deje de ser un lugar que visitar aprovechando que se está en la Ribera del Duero burgalesa para que transmita interés y atractivo suficiente como para convertirse en un recurso que atraiga por sí solo importantes flujos de turistas y se convierta en un punto de dinamización comarcal.