Ajeno a polémicas, como la no presencia del PSC en la manifestación en favor de la unidad de España o el acto de rebeldía de la presidenta andaluza, Susana Díaz, de ofrecer un pacto al presidente Rajoy contra la corrupción, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que «no nos podemos permitir» un Gobierno «torpe, insensible y mentiroso», y puso como ejemplo que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asegurara que había 500.000 trabajadores españoles en B cuando era un dato «falso», y subrayó el hecho de que lo dijera «ella», miembro del PP, partido que «lleva 20 años en B».
Tras indicar en Bilbao, en un acto de Juventudes, que el Ejecutivo utiliza la crisis «como una coartada», rechazó la reforma laboral y la Lomce, que reiteró que no se va a llegar a aplicar porque «una mayoría distinta se ha comprometido a derogarla».
Además, señaló que existe «alternativa» a las políticas del PP y lo que está ocurriendo «no es irreversible», ya que están preparando un «nuevo PSOE» que recupere la palabra «cambio, cambio y cambio».
Sobre las elecciones primarias, indicó el cántabro que se celebrarán «cuando toque», ya que, además de «un instrumento de participación», son «de movilización electoral». «No es casual que las galas se celebraran meses antes de la cita con los comicios y las italianas seis meses antes. Cuando todo el mundo las pone ahí alguna razón habrá», defendió.
En este contexto, reiteró que el PSOE celebrará «primarias abiertas para todo el mundo, para los militantes y para quienes no lo son», algo que propondrá al Comité Federal. «En la próxima Conferencia Política aprobaremos todo un mecanismo para que sean abiertas», expresó.
El líder del PSE-EE, Patxi López, que ejerció de ilustre telonero y de quien se dice desde algunos medios que mantiene unas relaciones pésimas con su jefe, ya que éste le prometió que le cedería el mando. No tocaba dejarle en mal lugar como hizo la pasada semana Susana Díaz. Era el momento de ganarse al auditorio, lleno de jóvenes entusiasmados. Era el momento de llamar a la radicalidad.
Así, afirmó que su grupo debe adoptar una posición «radical y muy dura» desde la izquierda para decir «basta ya a la fiesta liberal». Asimismo, se mostró partidario de modificar la Carta Magna, ya que una «Constitución en un altar intocable no representa los deseos de una sociedad», reconociendo que el Senado, actualmente, «no tiene mucho sentido».
Por otra parte, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, aseguró que sus rivales tienen «obsesión» con los líderes socialistas, si bien les advirtió que «se preparen, porque les queda PSOE para mucho tiempo».
En un escrito subido a su Facebook, la segunda de Ferraz criticó que el partido gobernante tenga «una capacidad para ver la paja en el ojo ajeno verdaderamente colosal» cuando sus dirigentes, sobre todo los barones regionales, también están enfrentados entre sí.