Detenidos los cinco rumanos que torturaron a un octogenario

I. E. / Burgos
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Uno de ellos trabajó en verano como albañil en el pueblo y vivió en una casa de la víctima

En esta casa se alojó en verano uno de los asaltantes. Al fondo, la vivienda de la víctima. - Foto: Alberto Rodrigo

La operación ‘Odra’, que abrió la Guardia Civil hace 17 días para dar con los individuos que torturaron y robaron a un hombre de 80 años en su casa de Palazuelos de Villadiego, ha dado sus frutos. La Policía Judicial de la Comandancia de Burgos ha detenido a cinco ciudadanos rumanos, uno de los cuales formó parte de una cuadrilla que trabajó en el pueblo durante el verano y se alojó en una vivienda que le cedió la propia víctima.

Los arrestos se han producido durante esta semana en dos pueblos de Vizcaya. Tras estudiar los indicios que dejaron en el lugar del suceso, la Benemérita concluyó que los agresores eran conocedores del lugar y las costumbres del anciano, lo que llevó las pesquisas hasta el grupo de albañiles que llevaron a cabo varias obras en la localidad en meses pasados. Entre otras cosas, accedieron a la vivienda de noche por una pequeña escalera portátil colocada en la parte trasera. Los vecinos del pueblo ya apuntaron a la posibilidad de que alguno de estos individuos estuvieran implicados en los hechos.

Los detenidos son R.A., de 25 años; L.I., de 27; C.L., de 28; I.X., de 30, y E.I., de 46, a los que el Instituto Armado imputa delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones, detención ilegal y robo con fuerza. Todos ellos son integrantes de una banda organizada que puede estar relacionada, además, con algún otro hecho de similares características ocurrido en España. Hay abierta otra investigación para determinar si son también responsables de estas otras agresiones. En la operación ha sido intervenido un vehículo, 29 teléfonos móviles y revólver de gas del calibre 4,5.

Mediante la utilización de toda clase de técnicas policiales, la Guardia Civil pudo localizar a los autores materiales y registrar sus domicilios -tres en total, todos ellos en la provincia vizcaína-. En la inspección del interior de estas viviendas fueron hallados varios objetos que les ubican en el lugar del ataque. Además, el Servicio de Criminalística analiza huellas y muestras de ADN encontradas tanto en la casa de la víctima como en la de enfrente, cuyos dueños no estaban, ya que la usan como segunda residencia. Robaron en ella, al parecer se bebieron seis botellas de vino, porque también conocían cómo acceder: la misma cuadrilla había trabajado en ella.

Según apuntan desde el pueblo, la cuadrilla de obreros rumanos también trabajó en esta casa en verano y, además, dejaron pendientes algunas reformas en las cocheras. Asimismo, entraron en la iglesia, revolvieron todo, pero no se llevaron nada.

La Guardia Civil considera que la actuación de la cajera, al percatarse del movimiento anómalo en la cuenta de la víctima, «fue providencial para salvarle la vida». Al no localizar a Francisco M., telefoneó preocupada a la casa de una mujer de Rioparaíso, municipio próximo a Palazuelos. Un hijo de esta señora acudía a esta localidad después de comer y se encontró al hombre en el suelo atado y amordazado, con toda la cara «hecha una postilla».

Los cinco hombres han ingresado ya en prisión tras la orden del Juzgado de Instrucción número 2, que ha coordinado la investigación junto a la Fiscalía de Burgos. Además de la Policía Judicial de la Comandancia, ha colaborado la Policía Judicial de Medina de Pomar y de Bilbao. El Instituto Armado de que la operación fue «complicada porque este tipo de hechos no son habituales en España».