Los fruticultores del Valle de Las Caderechas han visto cómo este fin de semana ha ocurrido lo que más temen en tiempo de la floración de los cerezos: una helada intensa, larga y muy dañina que ha dejado huella en miles de árboles y cuyos efectos aún están pendientes de valoración. José Ignacio Velasco, director técnico de la marca de garantía Cereza de Caderechas, afirma que en la madrugada del sábado al domingo las estaciones de aviso del valle registraron una temperatura de cuatro grados bajo cero durante 5 horas.
«Fue una helada generalizada y bastante extendida si bien ha incidido más en unos puntos que en otros dependiendo de la localización de las parcelas, de su orientación y de la variedad del cerezo», indica. El adverso fenómeno meteorológico ha afectado más a los frutales que ya llevaban la floración más adelantada. En relación con una primera valoración de daños, Velasco indica que «es pronto» para evaluarlos y cuantificarlos «sobre todo teniendo en cuenta que se anuncian nuevas heladas para lunes y martes». No obstante, este experto reconoce que hay «gran preocupación» entre los fruticultores de la zona que sienten que la cosecha puede arrojar grandes pérdidas.
«Sí es cierto que no conviene que todas las flores cuajen en fruta porque si así fuera las cerezas serían demasiado abundantes y por tanto de mucho menor tamaño pero habrá que esperar unos días para ver cómo queda el árbol finalmente», señala. Hace tan solo unas jornadas, el valle estaba pujante con su floración de cerezos y ayer mismo el aspecto de las fincas era totalmente diferente con cientos de árboles con flores marrones tras ser quemadas por las bajas temperaturas. «El riesgo de la helada en esta época siempre está ahí y esta vez por desgracia se ha cumplido; prevenirla no es posible y atajarla una vez ocurrida tampoco aunque se pueden aplicar estimulantes que consiguen minimizar los daños, pero solo minimizar», apunta Velasco.
Imagen tomada hace seis días. - Foto: M.J.F. Habrá, por tanto que esperar para conocer el alcance de la dañina helada del pasado domingo y de cómo irá evolucionando la meteorología en próximas semanas. En cuanto se caiga la flor del cerezo, comenzará a aparecer el fruto, primero verde y de muy pequeña dimensión, para luego dar paso a la fruta roja y madura en sus distintas variedades. En una campaña normal el valle produce 200.000 kilogramos de cereza con marca de garantía, una cifra que crece cada año porque se están ampliando las plantaciones. La recogida comenzará en julio y seguirá en agosto. La asociación de productores y comerciantes del valle ya tienen listos los detalles organizativos de la Feria de la Cereza que se celebrará el 7 de julio en Salas de Bureba. En ese evento, el público podrá probar y comprar fruta recién recogida del árbol. En relación con la IGP de cereza, Velasco afirma que se continúa trabajando para alcanzar esa etiqueta ahora que se cumplen diez años de la marca de garantía Cereza del Valle de Las Caderechas.
También en Covarrubias
La helada del fin de semana también ha afectado a los cerezos de Covarrubias y se ha suspendido un rally fotográfico cuya celebración estaba previsto para este fin de semana que viene. La producción frutal de esta zona burgalesa también es muy conocida en los mercados tanto de la provincia como fuera de ella.