La vieja estación no reabrirá hasta al menos el verano del próximo año

Á.M / Burgos
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Ayer quedó aprobado el proyecto de rehabilitación elaborado por dos arquitectos valencianos. El coste de recuperar el edificio se estima en 2,8 millones sin equipamiento

Dolores Contell y Juan Miguel Martínez, frente al edificio en su estado actual. - Foto: Valdivielso

El proceso para restaurar y poner en valor la antigua estación de ferrocarril, que quedó varada junto al nuevo bulevar tras la entrada en servicio del desvío ferroviario, es imparable, pero no cuadrará en los tiempos políticos pretendidos por el Ejecutivo local. Ayer, y después de aprobar el proyecto definitivo en Junta de Gobierno, el alcalde, Javier Lacalle, confirmó que las obras no durarán menos de un año y no comenzarán hasta bien entrado el verano, así que, en el mejor de los casos, el futuro centro de ocio infantil y juvenil se estrenará en agosto o septiembre de 2015.

La apertura, por tanto, se caerá del calendario preelectoral, y el motivo hay que buscarlo en la primera adjudicación del proyecto. Se seleccionó la propuesta de un estudio madrileño, Bunch, pero pocas semanas después se rompió la relación entre el Ayuntamiento y la arquitecto Sara de la Mata Medrano, autora de los planos, por discrepancias económicas tanto relativas al coste final de las obras como a las indemnizaciones que De la Mata debía percibir por trabajar ‘a distancia’.

La decisión municipal fue retirar el encargo a Bunch y otorgárselo a los arquitectos valencianos Dolores Contell Jurado y Juan Miguel Martínez López, que habían quedado en segundo lugar durante el ‘concurso de ideas’ y que sí han cumplido tanto con los plazos como con los presupuestos económicos. Sin embargo, esa marcha atrás provocó que se perdieran tres o cuatro meses que, en términos políticos, se han vuelto en contra del equipo de Gobierno.

Vuelta al origen

El alcalde también explicó los pormenores de unos planos que se han acogido a todos los dictámenes de los diferentes servicios municipales que los han ‘visado’. Así, explicó que toda la plaza de acceso Norte «será peatonal» y estará presidida por los árboles existentes allí, que están protegidos por el nuevo PGOU. «El edificio tendrá una superficie de uso de unos 2.500 metros cuadrados, de los que 500 estarán destinados a los espacios de hostelería y restauración, 350 al ocio infantil (se corresponden con la planta baja), 470 metros cuadrados al ocio juvenil y el uso de las nuevas tecnologías y el resto a espacios polivalentes», matizó Lacalle.

En su propuesta, Contell y Martínez pretenden recuperar el edificio original de 1905, eliminando todos los elementos y postizos que se fueron añadiendo con el paso de los años y recuperando las marquesinas que existieron en la entrada Norte. En la fachada Sur, por contra, se incorpora una gran pérgola que asistirá a la cafetería aledaña y que tendrá 150 metros cuadrados, 95 de ellos cerrados para poder ser utilizada todo el año.

Con respecto a la gestión, Lacalle avanzó que no esperarán a disponer del edificio para sacar su explotación a licitación, algo que situó en «el último trimestre de este año». «El objetivo es que el edificio no tenga coste para las arcas públicas, aunque todavía no está decidido si se adjudicará todo el conjunto o el centro de ocio por un lado y la cafetería por el otro», continuó. El importe de las obras asciende, de salida, a 2,8 millones, pero no incluye nada más que el edificio. Tampoco se ha estipulado quién pagará el equipamiento y cuánto costará.