Los pueblos más taurinos no renuncian a las corridas en las fiestas patronales

A. Pérez / Burgos
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Apoyo. A excepción de Melgar y Pradoluengo, que han consultado a sus vecinos sobre la continuidad de los festejos, el resto de municipios de la provincia no se plantea cambios en la organización de los toros

En tres meses, tres pueblos de la provincia de Burgos han tomado decisiones sobre sus festejos taurinos. El primero de ellos fue Melgar de Fernamental, en enero el Ayuntamiento sometió a votación popular la decisión de continuar o no con la feria taurina en las fiestas populares de agosto. La consulta se saldó con una victoria del ‘sí’ por 19 votos de diferencia. El equipo de Gobierno decidió realizar esta votación por una cuestión económica, por lo que, aunque Melgar seguirá con toros, se recortará el gasto en estos festejos en torno a un 50%, en el 2015 costaron 20.000 euros.

En marzo fueron los vecinos de Pradoluengo los que acudieron a votar para decidir sí querían festejos taurinos u otro tipo de actos en las fiestas. En este caso se impuso el ‘no’ a los toros por 33 votos de diferencia. La Corporación local trabaja ahora en buscar esos otros actos festivos que sustituirán a los toros y supedita que se retomen a la obtención de dinero para rehabilitar la plaza.

Por su parte, el Ayuntamiento de Briviesca ha reducido un 33% la ayuda a los festejos taurinos de agosto, que de los 30.000 euros de 2015 se queda este año en 20.000 euros, y posponen la votación popular que anunciaron a principios de legislatura.

Tras esta oleada de debate sobre los festejos taurinos, su continuidad y su coste, el resto de pueblos de la provincia con tradición taurina en sus fiestas patronales no se plantea eliminar esta actividad aunque algunos sí estudian rebajar la subvención municipal.

Hasta 40.000 euros

 

Huerta de Rey es un pueblo con gran tradición taurina, «cuando deje de existir el pueblo, dejarán de existir los toros», como explica su alcalde Antonio Muñoz, quien señala que allí ningún grupo municipal ha manifestado su oposición a las corridas ni ha propuesto que se rebaje el dinero que se destina a las mismas, que suele rondar los 40.000 euros en los últimos años. Muñoz apunta que en los peores años, el ayuntamiento, que es quien organiza los festejos taurinos, recupera alrededor del 70% de esta cantidad, mientras que en los mejores alcanza el 100%.

Roa es otro de los pueblos burgaleses con más tradición taurino y que más dinero destina a estos festejos. Desde ningún grupo municipal se ha propuesto su supresión ni rebajar la subvención, que este año será de 36.000 euros. En este caso sale a concurso y es un empresario el que se encarga de organizar todo. «En el pasado hubo dos años en los que se encargó el Ayuntamiento de gestionarlo y no era viable porque hubo muchas pérdidas y se destinaron a los toros en torno a 109.000 euros. Roa se puede permitir toros por 36.000 euros pero no por 109.000», explica Carmen Miravalles, alcaldesa.

Por su parte, en Salas de los Infantes se celebran toros a través de una comisión taurina, formada por voluntarios. El dinero con el que trabajan es municipal y lo que se recauda regresa al Ayuntamiento. Los dos días de festejos taurinos suelen costar unos 30.000 euros, se suelen recaudar entre 22.000 y 23.000 euros, por lo que la inversión municipal es de unos 7.000 u 8.000 euros. En Salas tampoco se han escuchado voces contrarias a los toros y Francisco Azúa, concejal de Festejos, afirma que seguirán defendiéndolos porque es una parte fundamental de las fiestas y «los festejos taurinos de Salas han alcanzado un gran nivel gracias a esta comisión taurina».

En Villadiego, en alguna «conversación de bar sí se oía que alguien lo iba a plantear pero nosotros vamos a apoyar la continuidad de los toros porque además tenemos una buena plaza que acabamos de remodelar», explica Ángel Carretón, alcalde del pueblo, que suele destinar entre 12.000 y 15.000 euros por los dos días de corridas y la verbena taurina.

Posibles cambios

 

En Medina de Pomar, Carlos Pozo, concejal de Festejos, reconoce que es contrario a la fiesta pero «no se ha planteado la supresión, va a haber toros, como siempre, y respetamos la tradición». Medina destina unos 28.000 euros por temporada taurina y lo que el Ayuntamiento baraja es rebajar, de cara a 2017, de cuatro a tres días los festejos para que haya mejor calidad pero no se ha tomado ninguna decisión.

Por contra, en Aranda de Duero nadie ha planteado ninguna iniciativa contra los toros. Además, el Ayuntamiento, en este caso, no destina ninguna subvención porque la plaza de toros es privada y es un empresario el que se encarga de organizar los toros.

Lerma es uno de los pueblos que menos cantidad destinó a esta actividad en 2015, 8.000 euros más el I.V.A. «Se trata de una cantidad amoldada a la situación», explica el concejal de Festejos, Víctor González, quien añade que la mayoría de lermeños «quieren toros pero al ser septiembre es más difícil llenar una plaza que, además, tiene un gran aforo».