«Ni una empresa, ni una máquina, ni un solo tornillo se van a ver afectados» por la decisión de instalar los nuevos parques de proveedores de Renault en Palencia y Valladolid y el de Nissan en Ávila. Así lo garantizó anoche Tomás Villanueva, quien reclamó tranquilidad y ofreció «colaboración total»al empresariado local porque «Burgos constituye hoy un polo industrial clave para el sector de la automoción y desde luego una plataforma excelente para el desarrollo de grandes proyectos industriales».
El consejero de Economía y Empleo aprovechó su discurso de la gala de los FAEde Oro para mostrar su perplejidad ante las críticas recogidas en los medios de comunicación locales que ponen en cuestión el compromiso de la Junta con la industria y el empresariado de Burgos. Lejos de entrar en polémicas, garantizó todo su apoyo y el del presidente de la Junta para esta provincia, aunque siempre dentro de su compromiso último de un «desarrollo integral de la región y de la corrección de sus desequilibrios económicos».
Recordó que el criticado IIIAcuerdo Marco para la Competividad, firmado recientemente en el marco del diálogo social y origen de las críticas a la Junta, configura una «estrategia industrial única para la Comunidad», que no discrimina entre provincias y que solo busca «la generación de más actividad económica y la constitución de más empresas en el sector secundario».
Es más, quiso restar cualquier sombra de temor sobre la bondad de crear nuevos parques de proveedores, porque estos proyectos apoyados por la Junta «deben alentar la llegada de nuevas inversiones y consolidar las ya establecidas en Castilla y León».
En este sentido, subrayó que no restarán la potencia del sector industrial de Burgos, que representa casi un tercio (32,47%) del Valor Añadido Bruto total de la economía local, muy por encima de la media regional (21,31%) y nacional (17,14%). Insistió en que además del sector de la automoción, Burgos también posee una «pujante» industria metal-mecánica; una industria aeronáutica «respaldada a todos los niveles por la Junta»;un sector metalúrgico «que ha encontrado en Aranda un entorno ideal para el desarrollo de varios proyectos»;un sector químico y farmacéutico «con una continua inversión en modernización, innovación de procesos y adaptación al mercado» y un sector maderero «en el que en breve se realizarán nuevas inversiones que lo harán más competitivo».
No olvidó su apoyo a la continuidad de Garoña y a la agricultura y la industria agroalimentaria, que suponen el 14% del PIB provincial, «casi 3 puntos porcentuales más que el peso de estos sectores en el conjunto de la región».
Todo ese tejido industrial posibilita que el PIB per capita de Burgos sea el más elevado de la Comunidad (19%) y su nivel convergencia con la Unión Europea esté por encima de la media de España y del conjunto de la región.
Apoyos
La Junta, recordó el consejero, ha apoyado la competitividad de las empresas burgalesas en los momentos más duros de la crisis. Cifró en casi 100 millones de euros las ayudas para facilitar inversiones empresariales superiores a los 550 millones, cantidad a la que suma diversos instrumentos de financiación como préstamos, avales y reforzamiento de fondos propios «que nos han llevado a convertirnos, en algunos casos, en el principal proveedor financiero para muchas empresas».