El mágico deporte de Harry Potter

m. steimer (dpa)
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25 países practican el quidditch, un juego de escobas voladoras creado por J.K. Rowling

El mágico deporte de Harry Potter

El mítico deporte del mundo mágico de Harry Potter, el quidditch, aunque pareciera imposible de llevar a cabo, es practicado en aproximadamente 25 países, donde fanáticos, e incluso equipos de universidades, disputan partidos. Las reglas son las mismas que en los libros o las películas: dos equipos de siete personas se disputan el triunfo. Tres aros de hula-hoop penden de una cuerda tensada entre dos árboles. Emily Starbuck se apresura hacia ellos mientras su contrincante le pisa los talones. Su objetivo es lanzar la bola que lleva en sus manos contra los círculos, sorteando a la guardiana. El césped mojado resbala, pero no es el único obstáculo: Starbuck lleva una escoba entre las piernas, una herramienta que no puede perder. Y es que la joven estudiante es capitana del equipo de Edimburgo.

Joanne K. Rowling escribió el primer libro de la saga Harry Potter en un café situado en el corazón de la capital escocesa. Y allí ideó también la actividad física favorita del aprendiz de mago y sus amigos: el quidditch. Aunque en las novelas, está envuelto en un halo de magia, con bolas flotantes y mucha acción.

Los muggels, un concepto que en el universo de Rowling designa a las personas sin poderes, no pueden volar. Por eso, el quidditch que practican es una mezcla de balonmano y balón prisionero. La estudiante de Geología Starbuck, de 21 años, y sus compañeros no son los primeros que tuvieron la idea de practicar el famoso deporte. Ya en 2007 se fundó en Estados Unidos la primera Asociación Internacional. Entre tanto hay hasta campeonatos mundiales. Starbuck quiere contagiar su entusiasmo por el deporte a más personas, pues en la novela hay otra posición de juego: la del buscador.