La primera fase del proyecto del parque arqueológico que la empresa burgalesa SierrActiva levanta en el yacimiento chileno de Monte Verde, el más antiguo de América, ya ha culminado después de varias semanas de trabajo. Se trata de poner en valor para el turismo este sitio arqueológico y contribuir a conocer su origen, de ahí que en esta iniciativa se conjugan los aspectos científico y divulgativo y la promoción de ese territorio de cara al desarrollo de la comuna de Puerto Mont en la que se enclava.
Así, esa primera fase, con un presupuesto de 15.000 euros, ya es visible, destacando la reconstrucción de varias cabañas, réplicas de las del Paleolítico Superior; de las de Terra Mata (Francia), y otras originarias del propio sitio de Monte Verde, así como los cursos de formación de monitores. En unas semanas, continuará el trabajo, levantado más cabañas, todo ellos para ir conformando el parque en las 14 hectáreas que se han adquirido, donde se irán construyendo el centro de recepción de visitantes y algunos alojamientos paleolíticos para pernoctar. Por ahora, las visitas están en fase de proyecto ‘piloto’, pero que se impulsarán en unas semanas con la llegada de uno de los miembros de SierrActiva, Óscar Pascual, que deja por dos meses -hasta el verano- el parque de Roa de Duero para coordinar el nuevo proyecto chileno, hasta que entre el invierno en esa latitud.
Eduardo Cerdá, gerente de SierrActiva, casi no ha tenido tiempo de deshacer las maletas y ya vuelve a tener billete de vuelta a Chile para continuar con esta fase del proyecto y firmar un convenio por 25 años. Cerdá explica que dicho acuerdo lo firmará SierrActiva, como equipo de divulgación que gestionará el parque, la Fundación Monte Verde, de la que forman parte el Ayuntamiento local el equipo científico, y la Fundación Puerto Mont 2053, como propietaria de los terrenos que ocupará el parque, que promovió este proyecto y contactó con la empresa de Olmos de Atapuerca.
Piezas arqueológicas
Otra de las patas de este proyecto de colaboración será el posible viaje a Burgos de algunas piezas del yacimiento de Monte Verde, que se explotó en el año 1978 -coincidiendo en el tiempo con el inicio de las excavaciones de la Sierra de Atapuerca- y que se conservan en la Universidad Austral de Valdivia (Chile).
Esta idea surge por el interés que ha despertado en la comunidad científica americana la llegada de los miembros de SierrActiva para poner en marcha en el sitio de Monte Verde un proyecto similar al parque de Atapuerca. De hecho, el director científico, el norteamericano Tom Dillehay (considerado como el ‘Arsuaga’ del yacimiento), de la Universidad de Nashiville (Tennessee), viajó a Puerto Mont para ver el trabajo que estaban desarrollando los burgaleses.