De la satisfacción a la decepción hay corto camino, el que separa la firma del acuerdo entre el PP y el PSOE del viernes para restablecer las urgencias médicas nocturnas y la jornada de ayer cuando los vecinos conocían la letra pequeña de un acuerdo que califican de «tomadura de pelo» por cuanto solo contempla que se realicen 14 guardias en verano, en concreto los sábado y los días de fiesta local. Tanto en Oña como en Pradoluengo señalan que es «una limosna» y no se fían de que en el mes de octubre se restablezca el servicio en los mismos término que cuando se suspendió el año pasado.
El alcalde de Oña, Arturo Pérez, que el viernes anunció la posibilidad de retirar los recursos, ayer manifestaba que no lo iban a hacer y que esta misma semana tenía previsto reunirse con los alcaldes de los pueblos afectados de la zona para analizar la situación y ver que hacen. «Los interesados no sabemos nada del acuerdo, pero si como nos han dicho -no de forma oficial- solo se restablecen las guardias los sábado de los meses estivales, empezando el día 13 de este mes, y los cuatro días de las fiestas de Oña, el acuerdo es una tomadura de pelo», afirma Pérez, quien espera que a lo largo de esta misma semana «nos digan algo concreto desde la Junta».
Independientemente de que el ser servicio de urgencias médicas nocturnas se restablezca los sábados de estos meses de verano, Pérez considera que lo importante es garantizar el servicio «cuando los pueblos se quedan con poco gente, con personas mayores que no tienen medios de transporte para desplazarse hasta un centro de salud, ahora en los pueblos hay gente y cualquiera te acerca a Briviesca, pero en invierno en algunos no hay nadie que te lleve».
En términos similares se ha manifestado la Plataforma Ciudadana Sierra de la Demanda, desde la que calificaron de «auténtica tomadura de pelo» el acuerdo al que llegaron representantes de los partidos mayoritarios en las Cortes regionales para la reposición de las guardias médicas nocturnas suprimidas en el Subcentro de Salud de Pradoluengo.
Tras los primeros momentos de satisfacción y alegría de los miembros de la Plataforma, que consideraban un éxito esta vuelta atrás en la medida adoptada en octubre del año pasado, los detalles del acuerdo han supuesto un jarro de agua fría a sus pretensiones. «Hemos pasado de tener más de medio año de guardias médicas a que nos den como una limosna 14 días en verano, y nos tememos que ninguno tras el mes de septiembre», señala Antonio García Hoyuelos, portavoz de la agrupación de asociaciones que engloban a trece localidades de la Sierra de la Demanda.
Tras mostrar su descontento, la Plataforma se reunirá en los próximos días, con el fin de retomar el calendario de movilizaciones que habían dejado aparcado al conocerse la noticia de la revisión. «Pensábamos que por fin podríamos quitar la pancarta que tenemos colgada en el quiosco de la plaza, pero lamentablemente deberá seguir allí porque no pensamos rendirnos ante este cambalache», señaló Hoyuelos.
Para este colectivo ciudadano, el acuerdo entre los dos grandes partidos «tan sólo ha sido una maniobra de distracción que oculta otros fines relacionados con el modelo territorial que se está negociando en las últimas semanas», apunta García Hoyuelos, a la vez que manifiesta que «nos sentimos moneda de cambio, ninguneados y sin confianza en los políticos».
El representante de Sierra de la Demanda señala que han recibido el aliento de toda la comunidad vecinal ante este nuevo varapalo a sus pretensiones y que ello se traducirá en nuevas «reivindicaciones» frente al gobierno regional. En este sentido, la Plataforma ciudadana de la zona de Pradoluengo confía en que la llegada de veraneantes y visitantes a las localidades afectadas por la supresión de las urgencias nocturnas, «supondrá una mayor presión para la Junta y una mayor presencia ciudadana en las movilizaciones que se retomarán en los próximos días».