«Vemos alguna señal de aumento de pedidos y nos preparamos para ello»

G. Arce / Burgos
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Daniel Calvo • Exdirector de Operaciones de Constantia Tobepal en Burgos y Logroño

Daniel Calvo posa en las instalaciones de Constantia Tobepal. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

«Es toda una vida». Así califica Daniel Calvo los 42 años de una trayectoria profesional que comenzó en 1971 en el servicio técnico de la Cellophane. Desde aquellos comienzos ha habido muchos cambios. De hecho, este químico burgalés ha pasado por cuatro empresas -surgidas de sucesivas operaciones de compra- y todas ellas vinculadas al sector del embalaje flexible. Con el tiempo su responsabilidades han crecido, asumiendo diferentes direcciones, equipos internacionales y, finalmente, fábricas. Nicolás Pons ha tomado su relevo al frente de Constantia Tobepal.

Con su habitual discreción y solvencia, Daniel Calvo puso ayer punto y final a 42 años de brillante trayectoria profesional. El currículum de este ingeniero químico industrial burgalés, marcado por los inicios en la Cellophane y el progresivo ascenso a la dirección de UCBPackaging, Amcor Flexibles y, finalmente, Constantia Tobepal, recorre multinacionales de primer nivel en el mundo del embalaje flexible y también en la historia empresarial de la ciudad.    

¿Qué ha cambiado de la antigua Cellophane hasta ahora?

Se han mejorado todos los procesos. Se ha invertido mucho en Burgos, lo que hay que agradecérselo a las multinacionales. Constantia Tobepal es un referente en estos momentos. Hemos ido ampliando nuestro negocio con otros mercados que nos han aportado muchas cosas y eso es lo que nos ha hecho crecer. Detrás de todo esto está un saber hacer, el realizar las cosas bien y a la primera, un buen servicio a los clientes y un equipo humano que apoya. Puedo decir con orgullo que no hemos tenido graves problemas sociales.

¿Cuál es su mercado?

Constantia Tobepal es una unidad de negocio con dos plantas separadas por 130 kilómetros, en Burgos y Logroño, con 500 personas aproximadamente, 275 aquí y 225 en Logroño. Nuestro negocio es el embalaje flexible para los mercados de la farmacia, la cosmética, la alimentación y la industria. Suministramos a las principales firmas de estos sectores, como Glaxo o L’Oréal, por poner dos ejemplos locales, o a Nestle o Kraft. En 2012 facturamos 116 millones de euros, el 70% de ellos en las exportación a 39 países. Nuestros clientes tienen una exigencia muy alta que nos obliga a estar en primera línea siempre y ahí estamos...

¿Les ha afectado la crisis?

Sí. En 2008 presentamos un EREpero no le aplicamos. Tenemos un convenio firmado hasta el 2014 y, siempre con algunas discusiones y problemillas, la realidad es que hay paz social y estamos muy contentos.Tenemos dos plantas complementarias que han logrado especializarse en algunos procesos y que pueden intercambiarse tecnología. Si tenemos un problema en Logroño lo podemos hacer en Burgos y viceversa. Eso nos da amplitud de miras.

¿Prevén elevar la actividad?

Hay incremento de presupuesto, sí, por lo que hay alguna señal de que hay actividades en Burgos en las que se puede incrementar la capacidad y los pedidos. Ya hemos iniciado y nos preparamos para poder absorber un aumento de producción el próximo año.

¿Habrá aumento de empleo?

Diría de que hay previsión de mantenimiento del actual empleo, aunque habrá un goteo de nuevos contratos -no totalmente estables- que ya los estamos haciendo en cuanto tenemos una necesidad. Creo que lo importante es crear y generar esa inercia.

¿Cómo ve a Burgos?

A todos nos golpea la crisis. Pero Burgos tiene el polígono más importante de Castilla y León y tejido empresarial importante. Las autoridades deberían cuidar al máximo estos aspectos y ofrecer todas las facilidades para que las empresas se puedan implantar. Y cuando digo facilidades, que sean todas: terrenos,  rapidez...

¿Qué es lo que animó a las multinacionales en las que ha trabajado a invertir aquí?

Burgos está muy bien situado. Pero eso no basta. El tener, en el caso de Constantia Tobepal, un equipo humano con cierta flexibilidad y buena imagen es importante. A finales de los 90, toda la plantilla de UCB nos bajamos el salario. Recuerdo que en Bruselas se nos puso como ejemplo cuando bajarse el sueldo era impensable en Europa. Ahora, no queda más remedio... Entonces, pensaron que aquí se podían hacer cosas porque el personal estaba motivado. Tuvimos una inversión en maquinaria... Hemos dado imagen de ser una plantilla en la que se puede confiar.

Preside la Comisión de Responsabilidad Social de la Cámara. ¿La crisis ha dejado en un segundo lugar esta inquietud?

Hubo una época de mucha actividad (talleres, premios, charlas...), pero quedó frenada por las circunstancias internas de las cámaras y la crisis. Entiendo que esta inquietud se tiene que retomar una vez se ponga en marcha la nueva Ley de Cámaras porque nuestro principal objetivo eran las pymes.

¿Qué aspecto le interesa más de la responsabilidad social?

Que toda la plantilla sienta que es parte de la empresa. En Constantia Tobepal hemos hecho de la seguridad un tema fundamental: queremos que nuestros trabajadores vuelvan a casa en las mismas condiciones que vinieron. Cuando se produce un accidente es un verdadero drama, para el trabajador y para la empresa. Nosotros hemos invertido mucho dinero para que la planta de Burgos sea segura y de hecho, el pasado junio, hemos recibido la certificación HPC como planta con riesgos altamente protegidos. En el sector farmacia de Constantia somos la única fábrica con este reconocimiento.