No hay ejemplar más singular en toda la Demanda que el pino-roble de Canicosa de la Sierra, en dura pugna con la olma de Guadarrama por representar a España en el concurso del Árbol Europeo de 2016 (la votación en Facebook se cerró el pasado sábado y ahora la organización, Bosques Sin Fronteras, está filtrando los ajustados resultados para dirimir el vencedor).
Pocas horas antes de que concluyera ese plazo, surgió un competidor inesperado en la sierra burgalesa, que de haber sido incluido en la lista podía haber hecho saltar por los aires el concurso. Afortunadamente, estaba fuera de categoría y explotó, sí, pero de manera controlada.
Los Tedax de la Guardia Civil acudieron ayer por la mañana a la empresa Maderas De María, en Regumiel de la Sierra, para neutralizar un artefacto que permanecía en las instalaciones desde finales de la semana pasada. No lo hallaron durante una reforma, ni en una saca en el monte, sino dentro de un pino. De hecho, estaban cortándolo cuando «la sierra reventó» al chocar contra algo», explica Jaime de María. Apartaron el tronco hasta que el lunes, a su hermano le pudo la curiosidad y «se entretuvo en averiguar qué había dentro». A mazazo limpio, acabó por sacar «un obús de unos 20-25 centímetros. Lo golpeamos sin saber. Después te das cuenta que pudo haber explotado», añade.
No es la primera vez que se topan con un objeto no identificado. «A veces nos pasa, que encuentras clavos, herraduras de los caballos, balas de cazadores que impactan en los árboles... Pero un obús nunca», reconoce Jaime.
¿Cómo llegó hasta allí? «Supuestamente, durante la Guerra Civil, el proyectil se clavó en el tronco sin explosionar y al ir creciendo el pino lo ha absorbido hasta quedarse en el centro», explica De María. Nada adelantó tal sorpresa. «En ese momento se estaba serrando una viga de 10 metros y medio, de 30x30.Se maneja con máquinas, porque igual solo el tronco pesa 1.200 kilos. En un trocito pequeño sí se hubiera notado», aclara.
El pino-bomba de Regumiel no es en realidad serrano de nacimiento, sino que procede de Navafría (Segovia). En ese puerto y en los alrededores se libró una cruenta batalla entre republicanos y nacionales en agosto y septiembre de 1936. Concretamente, los especialistas de la Benemérita lo han identificado como una pieza para cañón Schneider, modelo 1906 de 75/28, que pertenecía a la sección destacada en La Granja del 13 Regimiento de Artillería Ligera de Segovia, la que estaba en la zona al inicio de la sublevación.