Peligra la conservación del Museo del Tren más allá del año en curso

I.L.M. / Valcabado de Roa
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La directiva de la Asociación de Amigos del Tren de Aranda deja sus funciones en diciembre y sigue sin haber novedades sobre la fundación que se pretende crear para seguir su labor

Francisco Andrés enseñando el museo a la alcaldesa, Raquel González, y otros ediles, presumiento de su pieza favorita, el fogonero, en agosto de 2011. - Foto: Diario de Burgos

 
La cuenta atrás para que se produzca el cierre del Museo del Ferrocarril ha comenzado. Coincidiendo con la finalización del contrato de cesión de la antigua estación de ferrocarril Chelva -que culmina en agosto aunque se prorrogará hasta que culmine el año- que mantiene la Asociación Arandina de Amigos del Tren con Adif para hacer uso de las instalaciones que acogen este recurso histórico y turístico, la junta directiva de esta agrupación de amantes de la historia ferroviaria deja sus responsabilidades y no volverán a hacerse cargo de mantener abierto este museo y atender a las visitas que les solicitan recorrer sus estancias y conocer qué se esconde detrás de cada pieza.
Una vez que estos abnegados asociados dejen estas labores, caben dos opciones: o que se cierre el museo o que se haga cargo de él el Ayuntamiento de Aranda. «Si se cierra, como marcan nuestros estatutos, cada uno se llevará las piezas que son suyas y, el resto, se llevarán a otras asociaciones para que hagan uso de ellas como mejor crean», explica no sin emoción en la voz Francisco Andrés, presidente de la asociación y ‘maquinista’ principal de la misma, quien asegura que «ese día me tendré que ir de Aranda para no verlo» en el caso hipotético de que se tengan que repartir los fondos del museo, con el consiguiente abandono del edificio que lo acoge, la primera estación arandina y que daba servicio a la ya extinta línea Valladolid-Ariza. 
Hace unos meses, con la mirada puesta en este escenario, se abrió una línea de negociación entre la asociación que preside Andrés y el Ayuntamiento arandino para poder organizar el traspaso de papeles. «Se está trabajando para ver si podemos crear una fundación porque no podemos dejar morir este museo, ya que es uno de los más importantes de Castilla y León, no hay muchos y creemos que hay que ponerlo en valor porque es único», aseguraba ayer mismo la edil de Cultura, Celia Bombín, en el acto de entrega del Premio Renacimiento de la Asociación La Olmera de Valcabado de Roa que venía a reconocer la labor de esta asociación arandina. Bombín acudió en representación del Consistorio arandino, a pesar de no ser responsabilidad suya el área de Turismo, de quien depende el museo, ni la alcaldesa, cuya agenda le mantuvo en Aranda con diferentes compromisos. «Yo no puedo asegurar nada, y más teniendo en cuenta que no son la concejal del Área, pero vamos a hacer todo lo posible para que el museo siga adelante», reiteraba Bombín, mientras que Francisco Andrés aseguraba resignado que «las gestiones no es que vayan frías, es que no van».
Este Museo del Tren de la asociación arandina se inauguró en 1998, después de que la asociación ya llevase trabajando reuniendo y restaurando el material 15 años antes. En estos años de historia, por sus salas repletas de historia ferroviaria y de recuerdos han pasado en torno a 40.000 personas, de las cuales el grueso ha sido en los últimos cuatro años, con un récord registrado en 2013, con 4.800 visitantes atendidos.