El Partido Popular logró el mayor número de votos en los comicios al Parlamento Europeo celebrados en Aranda, aunque vio reducido en el apoyo del electorado. Una circunstancia que también sufrió el Partido Socialista, con lo que el electorado quiso castigar al tradicional bipartidismo, que en la capital ribereña ha dado una vuelta de tuerca más hasta llegar a la alternancia en el gobierno municipal. Ayer, las urnas arrojaron 3.698 votos para el PP, un 33,97%, frente a los 5.177 de la cita europea de 2009; mientras que el PSOE logró 2.608 papeletas con sus siglas, 23,96%, cuando hace cinco años fueron 4.898 los apoyos registrados.
Esta rebaja en el recuento final de los partidos mayoritarios lleva a preguntar adónde fueron a parar los votos. Y la respuesta la encontramos en las tres formaciones que se colocaron en los siguientes puestos en la clasificación electoral tras el recuento en los colegios arandinos. En tercera posición se colocó Izquierda Unida, que aumentó desde los 405 de 2009 a más que duplicarlos y llegar a los 1.090 votos ayer; seguido de la formación magenta, UPyD, que pasó de los 379 votos a su favor en 2009 a triplicarlos para llegar a los 1.003 en la cita con las urnas de ayer. En el quinto lugar irrumpió con fuerza y por primera vez, en su estreno, la formación Podemos, que recabó 985 votos para su candidato, Pablo Iglesias.
El resto de los votos computados se los repartieron las migajas casi anecdóticas de las papeletas depositadas en las urnas por los arandinos, encabezados por la candidatura de Ciudadanos que logró 279 votos. En cuanto al índice de participación, la abstención rozó el 55%, dos puntos más que en las anteriores elecciones europeas. Al final, acudieron a votar 11.174 ciudadanos censados de los 24.823 que tenían derecho a votar, 330 personas menos que en 2009.
TODOS PUNTUALES
Los colegios electorales de la capital ribereña fueron todos puntuales a la hora de abrir sus puertas ya que no se registraron incidencias reseñables. Todas las mesas, las 30 que se habían conformado para esta cita con las urnas, frente a las 41 que se habilitaron en las elecciones al Parlamento Europeo de hace cinco años, completaron sus puestos de presidente y vocales sin problemas, con todos los materiales dispuestos para empezar a acoger a los votantes.
Más allá del ajetreo de los primeros momentos para abrir los colegios electorales a tiempo, el resto de la jornada transcurrió marcada por una calma que hacía que algunos integrantes de las mesas se llegasen a aburrir ante la falta de actividad. Quitando los picos puntuales que se producen en todas las citas con las urnas, coincidiendo con el momento previo a la salida para tomar el vermú, que suele ser el mismo que la salida de la misa dominical, y los últimos minutos de apertura de las urnas, el resto de la jornada se podía acudir a ejercer el derecho al voto sin problemas de colas.
La excepción la puso una mesa del Colegio Castilla, en el que se concentra parte de los vecinos de la Zona Centro y del Ferial Bañuelos, que en otras ocasiones se había desdoblado y que ayer no se hizo, lo que propició que la cola para votar en esa mesa prácticamente se perpetuase a lo largo de todo el día.
Los apoderados e interventores de los diferentes partidos se afanaban por ayudar a los votantes con dudas, a aquellos que buscaban su mesa electoral sobre todo porque la reducción de urnas llevó a alguna confusión. Mientras tanto, entre duda y duda, los corrillos de afiliados y simpatizantes de los diferentes partidos comentaban la tranquilidad de la jornada y la marcha de los índices de participación que, como cabía esperar, fueron bajos pero manteniéndose en la misma tónica que las pasadas elecciones europeas.