El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha decidido incorporar el yuan chino como quinta moneda a su cesta de divisas. El yuan, conocido también como renminbi, pasará a operar dentro de ese grupo a partir de octubre del año próximo junto con el dólar estadounidense, la libra esterlina, el euro y el yen japonés. Una novedad que abre varios interrogantes.
¿Qué significado tiene?
Con la esperada decisión del consejo ejecutivo del FMI, el yuan se convertirá en la quinta divisa mundial de reserva. Las monedas de la cesta del organismo internacional conforman una especie de dinero artificial llamada Derechos Especiales de Giro (DEG) que no cotiza en Bolsa, pero que le sirve de base de cálculo al organismo, por ejemplo, a la hora de otorgar ayudas internacionales.
Relevancia
La incorporación de la yuan resta relevancia a las otras cuatro monedas, en particular al euro y a la libra esterlina. Según la nueva distribución, que tendrá vigencia desde octubre de 2016, las divisas estarán representadas en la cesta del FMI de la siguiente manera: dólar: 41,74 (antes: 41,9%); euro: 30,93 (antes: 37,4); yuan: 10,92 (antes: 0%); yen: 8,33 (antes: 9,4%). Esta distribución suele ser revisada cada cinco años.
Mercados
Con la moneda china no se producirán cambios abruptos en los mercados internacionales. Algunos analistas creen que la decisión del FMI marca un cambio de época y el fin del predominio del dólar estadounidense. De todos modos, si eso efectivamente fuera así, no será de un momento a otro.
Competencia mundial
China busca, tanto en el comercio global como en los mercados financieros, arrebatarle la preminencia a EEU, por lo que el país trabaja desde hace tiempo para que la divisa asiática pueda alzarse como una verdadera competencia del dólar.
Comercio internacional
El yuan ocupa el cuarto lugar entre las monedas más utilizadas a nivel comercial, colocándose incluso por encima del yen japonés. Sin embargo, le espera un largo camino. Solo un 2,79% de los pagos internacionales se efectúan con esa divisa, mientras que el 44,8% se realizan en dólares, el 27,2% en euros y el 8,5 en libras esterlinas.
El gran salto
Para que la divisa esté a la altura del dólar, China deberá efectuar numerosas reformas. Entre ellas, garantizar que el yuan sea una moneda de cotización libre, tal como lo son el dólar y el euro. Ahora, muy por el contrario, su fluctuación depende en gran medida de la decisión del Estado y no del libre mercado. Sin embargo, Pekín anunció que quiere cambiar esta política monetaria. Varios analistas creen se liberará el yuan por completo al iniciarse el próximo período de cinco años, en 2016.