Uno de los jugadores más emblemáticos del baloncesto burgalés, Ramón Ruiz, de 51 años, ha fallecido esta mañana en el bar que regentaba desde hace 5 años, Chic, en la calle Salamanca. Al parecer, ha caído desplomado y los servicios sanitarios no han podido hacer nada por salvarle la vida.

De origen vasco, llegó a Burgos en 1981 cuando el Club Baloncesto Tizona militaba en Tercera División pero a los dos años el equipo ascendió a Segunda y el siguiente a Primera B, lo que sería la LEB Oro. Las ocho temporadas de Ramón Ruiz (1981-1988) en el equipo de la ciudad no pasaron desapercibidas para los aficionados porque el escolta vasco atesoraba mucha técnica y una gran rapidez en sus movimientos. Aún recuerda los 46 puntos que anotó en un partido contra el Unicaja de Málaga, los piropos que en su día le hizo Moncho Monsalve de que en el uno contra uno era imparable o las comparaciones con el jugador griego Nikos Gallis.

La desaparición del Tizona le obligó a buscar equipo fuera de Burgos. Estuvo durante otras cinco temporadas en el Zamora, otro equipo de Primera B.

Una vez retirado, continuó ligado al baloncesto como entrenador de equipos como el Brezmes, Cafetería Punto 1 y Solo Piel; y participó también en partidos solidarios contra la droga. Gran aficionado también, no se perdía un partido del Autocid. El trágico destino ha querido que la muerte le sobrevenga las vísperas del trascendetal partido, que podría significar el ascenso a la ACB de un equipo burgalés, un sueño que persiguió durante toda su carrera deportiva.