La musicoterapia es una herramienta terapéutica con mucho potencial para ayudar a niños con problemas de comunicación o trastorno comportamental. Si a eso le unimos la pedagogía Montessori, que fomenta que los menores adquieran el conocimiento por sí mismos, obtenemos una interesante metodología de estimulación que acaba de implantarse en Miranda a través de un nuevo colectivo sin ánimo de lucro. Se trata de la Asociación Mirandesa de Musicoterapia Crecer con la Musika, un proyecto gestado por profesionales especializados que buscan acercar estas metodologías, que de por sí son costosas, a todas las familias que lo necesiten. «Queremos dar a conocer el potencial de la musicoterapia y de la pedagogía Montessori, y que todo el que lo necesite pueda acceder a ello», explica Sonia López. Para conseguirlo, se han constituido como asociación con el fin de poder acceder a programas de ayudas de económicas que abaraten las clases.
La musicoterapia se utiliza desde hace años en geriatría para estimular a los mayores, también en mujeres embarazadas, pero donde más potencial tiene es en casos de trastorno de espectro autista (TEA), parálisis cerebral, trastornos comportamentales, hiperactividad o retraso cognitivo. Su forma de enseñar la música está muy alejada de las partituras y de la enseñanza musical convencional. «Nuestra forma de enseñar la música es desde un enfoque de libre improvisación, en el que no se mira tanto el valor estético sino la expresión emocional a través de la música», detalla la musicoterapeuta. De esta manera, la música se convierte «en un medio, no en un fin» y se consigue que el alumno haga la música suya o saque la música que lleva dentro «sin saber ni tan siquiera solfeo; lo puedes hacer sintiéndote libre y conectando con el instrumento». Según López, hay estudios que avalan la eficacia de la musicoterapia en este tipo de trastornos. Se trata de que «la música conecte con tu corazón, con tu emoción y tu alma; es una manera de aprender y de expresarse».
Algo similar ocurre con la otra variante de la asociación, la pedagogía Montessori, en la que Beatriz Cortés está especializada. Se trata de un método educativo que hace hincapié en la actividad dirigida por el niño y su observación por parte del profesor. Su propósito es liberar el potencial de cada alumno para que se autodesarrolle de forma integral, que «adquiera el conocimiento por sí mismo, que descubra, que experimente y se convierta en un adulto crítico», subraya la maestra.
Sesiones en colegios.
El método está recomendado para todos los niños -al igual que la musicoterapia- y «se puede combinar perfectamente con el trabajo que se desarrolla en un aula convencional». De hecho, en los últimos meses del curso escolar han desarrollado un proyecto piloto de estimulación musical y pedagogía Montessori en aulas del colegio Cervantes y del Príncipe de España. «Queríamos transmitir a los profesores de Infantil que esto es viable y que no es necesario utilizar un libro para realizar una estimulación y para enseñarles. La música sirve de contención y de canal de comunicación, porque los niños están poco acostumbrados a hacer una autodecisión; se dejan llevar por lo que manda el profesor, y ahora ellos deciden qué quieren hacer», sostienen.
Tras varias sesiones ya se vieron los primeros resultados. Por ejemplo, se comprobó que un niño problemático «cambió su comportamiento totalmente desde la última sesión». En cuanto al resto de la clase, admiten que al principio los menores se veían perdidos, «no sabían qué hacer» puesto que siempre es el profesor el que marca las pautas. Solo unos minutos después, disfrutan con este nuevo método de aprendizaje.
Ahora, su proyecto es crear en su sede, en Musikanaiz, un espacio de juego Montessori «para suplir los déficit del sistema educativo convencional». Ya tienen diseñado un programa de actividades para los menores, tanto para los escolarizados -en horario de tarde- como para los que aún no han pisado el colegio (0-3 años), que pueden ir por las mañanas. Además, consideran que los niños con necesidades educativas especiales «necesitan aprender de otra manera, y los profesores no pueden atender a esas necesidades con la metodología de hoy en día». También están desarrollando charlas y jornadas para padres.
Desde la asociación destacan que ambas disciplinas, la musicoterapia y el método Montessori, son disciplinas del corazón. «Mi guía Montessori siempre me decía que el conocimiento llega a través del corazón, y si no llega a través del corazón nunca llegará al cerebro. Y es verdad, es así», revela Cortés.