La Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud (SEPCyS) deplora el desconocimiento de la ciencia, las dolencias y las técnicas de tratamiento profesional que se debieran haber aplicado en el caso de la joven burgalesa sometida a 13 exorcismos en una iglesia de Valladolid, al tiempo que alertan de la posibilidad de que sufra «traumas de años de duración» -el conocido trastorno de estrés postraumático- como consecuencia de los «intentos de sanación vejatorios» descritos en la denuncia, presentada por los tíos maternos de la chica y por la que el Juzgado de Instrucción número 2 de Burgos ha abierto diligencias previas.
Asimismo, este colectivo de especialistas lamenta que no se hayan calibrado los riesgos de «emplear métodos no avalados científicamente y asociados a un grave malestar psicológico, cuando se puede recurrir a procedimientos» exitosos en miles de casos semejantes y que se administran con el «consentimiento informado» del paciente.
A través de un comunicado difundido públicamente, la SEPCyS explica que «no pretende juzgar las acciones realizadas en el caso concreto de esta joven, ni diagnosticar sus posibles trastornos, para lo cual se requeriría un conocimiento personal de ella y de su estado, sino solamente informar de que el tipo de problemas» que se relatan, y que ha conocido a través de su publicación en Diario de Burgos, «no indican posesión demoníaca alguna».
Por el contrario, considera que son señales «perfectamente reconocibles» de «dificultades exclusivamente psicológicas para cuyo tratamiento eficaz debe recurrirse a los psicólogos clínicos que, en colaboración con otros profesionales sanitarios», para que sean ellos quienes atiendan e informen «tanto a la joven como a sus padres de los detalles de los tratamientos alternativos», al tiempo que les ayuden a resolver sus dudas sobre los procedimientos.
Aseguran desde esta sociedad de expertos que «los síntomas de ansiedad, anorexia, los deseos de suicidio o las ideas delirantes que haya podido sufrir esta joven (o quizás sus padres), con toda probabilidad explicables contextualmente por sus circunstancias, su entorno y el marco social en que están insertos, se tratan eficazmente con técnicas que –aplicadas por psicólogos bien formados- cuentan con garantías experimentales y ningún efecto secundario».
Lamentan también que los padres interpretaran los ataques de ansiedad «como una posesión demoniaca», al parecer influidos por personas de su entorno, y que a la joven se le aconsejase dejar de tomar la medicación prescrita por su psiquiatra, una vez realizados los rituales. Todo ello, concluye la SEPCyS, «demuestra lo lejos que estamos aun de una divulgación adecuada de los métodos de la psicología científica y de los modelos explicativos de que se dispone».
La Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud está presidida por el burgalés Alfonso Salgado Ruiz, profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca.
La investigación judicial por estos hechos tiene como imputados a los padres de la víctima, que se han negado a declarar. La víctima, que era menor cuando se realizaron los exorcismos, sufría graves trastornos alimentarios -según ella misma declaró no comía para hacer «penitencia»- y se intentó suicidar tirándose por la ventana de un tercer piso.