Un día después del debate a cuatro, tras el que muchas de las críticas vertidas sobre Ciudadanos se basaron en su posible acercamiento al PP, el líder de la formación naranja, Albert Rivera, quiso guardar las distancias, arremetiendo duramente, precisamente, contra el bloque de Mariano Rajoy, al que censuró que esté celebrando que durante su legislatura se han creado miles de puestos de trabajo y siga prometiendo continuar en esa línea cuando, recordó, «el empleo no lo crean los Gobiernos, sino los empresarios y los trabajadores», de modo que le espetó que «no se apunte medallas».
Durante un mitin celebrado en Cádiz, Rivera enfatizó que los puestos de trabajo «se generan a pesar de los Gobiernos» y calificó de «falta de educación y de respeto a los trabajadores y a los empresarios» que los populares subrayen que han conseguido bajar la cifra de paro creando nuevos puestos laborales.
En este sentido, remarcó que el Ejecutivo de Rajoy «no hay creado nada» y que lo único que ha hecho es poner «un IRPF alto y piedras en la mochila a los emprendedores de este país», al tiempo que cuestionó el «triunfalismo del PP», teniendo en cuenta que existe un «21 por ciento de desempleo y una precariedad laboral del 90 por ciento».
Así, destacó que, si esta crisis se está superando, es por el esfuerzo de la gente, porque «hay pensionistas que ayudan a sus familias» y porque hay trabajadores «trabajando más horas y cobrando menos». Por ello, avisó a la clase política que «no se apunten medallas», recalcando que «el médico Rajoy del vídeo no es el que ha salvado» esta situación.
Rivera dejó claro que el papel de los Gobiernos es «generar un escenario más fácil» para que crezca el empleo. Y, según destacó, en esa línea van las propuestas de Ciudadanos, que pretende «luchar por la clase media trabajadora que ha hecho el milagro».
También aprovechó su intervención en la cuna de la primera Constitución para afirmar que su partido destaca la defensa de una «nación unida», argumentando que «no hay nada más progresista que luchar por la igualdad de todos los ciudadanos, vivan donde vivan».
Al hilo de ello, aseguró que no quiere «privilegios para nadie» porque no quiere «ciudadanos de primera o de segunda».
En este sentido, avisó de que C’s «no va a apoyar ningún proyecto que quiera romper España, como el de Pablo Iglesias, que defiende un referéndum y vota a una presidenta independentista en el Parlament de Cataluña», o «como el de Pedro Sánchez, que tiene 17 proyectos diferentes, uno en cada lugar del país», remachó. «Para gobernar España, hay que ser responsable y dejar las ocurrencias. Esto no va de una guerra entre bandos, sino de luchar por recuperar la clase media española y el marco del estado del bienestar», apuntó, al tiempo que se reivindicó como «el aliado de la sociedad civil, de los empresarios y de los trabajadores».
FIN DEL BIPARTIDISMO. El catalán aseveró que «es momento de reformar, no de recortar» para «volver a levantar el país entre todos» y, por ello, destacó que él quiere «hacer cambios», por lo que pidió el apoyo de la ciudadanía de cara al 20-D cuando, «por primera vez en el país, para quitar al PP, no hace falta votar al PSOE».
Por ello, animó a los españoles a «hacer lo mismo que en Cataluña el 27-S y volver así a ganar al bipartidismo decadente, a la vieja izquierda y a la vieja derecha y a los populismos, para que un nuevo partido de centre encabece el nuevo proyecto común que necesitan los españoles».