Juan Carlos Martínez se casó en 1995 en la iglesia de Tañabueyes, localidad en la que nació su espesa, Montse García, y también su madre. En ella bautizó a sus dos hijos y, tal vez porque en esos dos actos religiosos ya faltaba el retablo, ha decidido emprender diferentes acciones particulares, además de sumarse a la «batalla» legal que en este asunto lleva la junta vecinal, para reclamar que el retablo «patrimonio del pueblo» vuelva de nuevo a ese templo.
Martínez estuvo a las puertas de la iglesia de San Martín de Porres de Burgos capital cuando a finales del pasado mes de septiembre se procedió a la bendición del retablo de Tañabueyes en ese templo, llevó la misma pancarta reivindicativa, «dejando fuera de la maleta un par de camisas» indica, hasta las mismas puertas del Vaticano y ahora ha decidido, al igual que otros vecinos, adherirse a la demanda del presidente de la junta vecinal contra el Arzobispado de Burgos y por esos ha presentando una denuncia particular.
«Desde un principio decidimos luchar con todos los medios para que el retablo vuelva a la iglesia del pueblo y siempre hemos pensado que la vía judicial era la única forma de recuperar algo que nos pertenece y por eso ahora considero que ha llegado el momento de presentar la denuncia o sumarme a la que ya está en curso, lo que también están haciendo y harán otros vecinos y personas vinculadas de algún modo a Tañabueyes», afirma Martínez horas después de personarse en el Juzgado.
Al personarse en la causa, Martínez espera estar más informado de todos lo pasos judiciales que se van dando en este caso «porque del acto de conciliación, en el que no hubo acuerdo entre ambas partes, nos enteramos por Diario de Burgos» y también para, junto a las denuncias de otros vecinos y simpatizantes de la causa, «hacer fuerza para que se atienda la reclamación del pueblo porque solo aunando fuerzas, esperamos que sean muchas las denuncias, se pueden lograr las cosas y que el retablo vuelva».
Martínez considera que en este caso el Arzobispado de Burgos «no ha actuado correctamente» y señala que no entiende «la decisión personal» de trasladar la obra desde el Museo del Retablo a la iglesia parroquial de SanMartín de Porres. Se siente un vecino más de Tañabueyes, localidad en la que tiene casa y a la que acude con bastante frecuencia, y por eso no duda en sumarse a todas las reivindicaciones que se pongan en marcha para recuperar su patrimonio o para mejorar los servicios en el medio rural.