La Policía descarta que el incendio de Campofrío fuera provocado

I. Elices / Burgos
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Los investigadores de la Brigada Científica no han hallado ninguna sustancia acelerante que haga pensar que el fuego fue intencionado. El origen de las llamas fue fortuito

Cuatro miembros de la Policía Científica, el pasado 11 de diciembre en el corazón de la planta incendiada. - Foto: Alberto Rodrigo

La Policía Científica no ha hallado ningún indicio que lleve a pensar que el incendio de Campofrío fuera provocado. Después de la semana que los técnicos emplearon en diciembre para explorar la zona donde se inició el fuego no ha aparecido ningún resto de sustancia acelerante, razón por la cual descartan que fuera intencionado. Hay que recordar que la Comisaría General de la Policía Científica desplazó hasta la planta de la calle de La Bureba los sistemas más modernos de investigación de incendios. Utilizaron a los perros de la unidad canina para la detección productos inflamables y no encontraron nada, ni gasolina, ni queroseno, ni acetona, ni ningún líquido de esta naturaleza. Asimismo, usaron drones para sobrevolar el foco principal del fuego, pero las imágenes que tomó no revelaron nada extraño. La secuencia de las alarmas que saltaron con el inicio de las llamas tampoco revela «nada fuera de lo normal».

Así que la conclusión a la que han llegado los investigadores es que el origen del siniestro fue fortuito, accidental, si bien no se pronuncian sobre la causa concreta. Lo que parece claro es que el fuego se inició en los lavaderos de jumbos situados en la zona de cocidos, en el centro de la planta, pero los técnicos ignoran si fue por un cortocircuito. Éstas son en resumen las conclusiones que harán llegar al juzgado que instruye el caso.

El trabajo de campo de los investigadores comenzó el pasado 10 de diciembre, cuando la empresa que se encarga de la demolición abrió la primera brecha en la estructura, lo que permitió habilitar un pasillo de seguridad para que accedieran los investigadores. El hecho de que el incendio estuviera activo durante más de 10 días y el riesgo de que cayeran elementos arquitectónicos en los policías  obligó a posponer la tarea de la Policía Científica hasta 25 días después del incendio, que se produjo el 16 de noviembre del año pasado.

La Policía Nacional ha utilizado todos los medios a su alcance para llevar a cabo un trabajo que la propia Comisaría General de la Policía Científica calificó de «laborioso». Además de la unidad canina y los drones, intervino el grupo de Infografía Forense de la Comisaría General de Policía Científica, que utilizó la tecnología 3D para reconstruir el escenario siniestrado y reproducir la evolución del fuego según la hipótesis de los investigadores.

También fue movilizado laboratorio móvil de actuaciones especiales, con el que acude la Policía Nacional para investigar las grandes catástrofes.