Segar, cargar los haces de mies, acarrearla, desbalagar los haces, trillar, tornar la mies, beldar y envasar el grano. Todas estas labores, y algunas más, se han ido desarrollando a modo de demostración de cómo se cosechaba el cereal cuando las máquinas no eran lo habitual en los campos del entorno de Torresandino. Los cascones revivieron este fin de semana en su VI Fiesta de la Cosecha lo que hacían sus abuelos cuando llegaban estas fechas de calor de justicia en el campo castellano.

Pero no todo era trabajar entonces y no lo ha sido ahora, por eso esta recreación se llama fiesta, porque una vez finalizadas las tareas del campo los vecinos disfrutaron de una jornada de asueto, centrada en una Muestra de Oficios, Artesanos y Viandas. Ubicada en la arboleda conocida en el municipio como Fuentevieja, la variedad de actividades daba alternativas para todos los públicos. A pesar de que ya no cuentan con los apoyos económicos de años anteriores, los integrantes de la Asociación de Amigos de Torresandino se esforzó en ofrecer una fiesta posterior a la cosecha muy entretenida.

Además de divertirse en el castillo hinchable o en el pintacaras, los chicos se implicaron sobre todo en dos puestos: el de bebidas y chucherías y otro de bisutería, hecha por ellos «pero con ayuda», aseguraba la joven encargada del puesto. Otro nutrido grupo, estuvo toda la tarde aprendiendo a hacer cestos, como se hacían antaño. Mientras, los mayores iban contemplando la oferta de los artesanos, con complementos en su gran mayoría, entre los que destacaban unas encajeras de bolillos que demostraban en directo su arte o una muestra de plantas silvestres con distintos poderes.