El proyecto en su día anunciado por el Ministerio de Fomento para hacer en Miranda una nueva estación de ferrocarril que dé servicio a las futuras líneas de alta velocidad desaparece en los nuevos planes de inversiones.
Si hace año y medio el Ministerio decidía paralizar el proceso abierto para redactar tanto el proyecto básico como el de construcción, la postura actual se orienta a la no ejecución de este equipamiento como estación nueva sino a planificar una intervención mucho menos costosa aprovechando las actuales instalaciones ferroviarias existentes.
La idea que se plantea desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) está en la línea de los ajustes económicos y el replanteamiento de las inversiones en el corredor de alta velocidad entre Burgos y la Y vasca, cuyos avances han sido casi nulos en los últimos años, y de hecho ni desde el Ministerio se atreven ya a dar una fecha aproximada para la construcción y puesta en marcha del trazado que unirá Burgos con el enlace vasco de la red.
De este modo, en vez de hacer un nuevo edificio específico para la alta velocidad en la zona de Ronda del Ferrocarril próxima a la estación de autobuses, como estaba previsto, se plantea ahora utilizar el antiguo edificio de viajeros (también conocido como estación de segunda clase) que hay en la plaza de La Estación y que fue rehabilitado hace más de un año sin que desde entonces se le haya asigando uso alguno.
En virtud de esta nueva planificación, la intervención en la estación del AVE de Miranda va a ser muy inferior a la inicialmente prevista, lo que conllevará un ahorro económico importante, y una aminoración de las pretensiones existentes cuando en el año 2010 (hace ahora cuatro años) se sacó a licitación la redacción de los proyectos.
Entonces, se calculaba que la inversión en la terminal ferroviaria del AVE y la adecuación del complejo ferroviario mirandés para posibilitar la llegada del AVE podría llegar a los 7 millones de euros, pero, como refleja un informe interno del ADIF, la nueva intervención en la ciudad supondría un gasto de unos 3 millones.
Se busca así un presupuesto más ajustado que el inicialmente planteado, y se incluiría en este gasto las necesarias mejoras en accesibilidad que tiene le complejo ferroviario mirandés, que tiene pasos subterráneos para conectar los andenes pero sin escaleras mecánicas ni ascensores, lo que dificulta el transporte de maletas y obliga a cruzar por los pasos a nivel las vías a personas con sillas de ruedas, carros de niños y las propias maletas.
El uso del antiguo edificio de viajeros es una solución válida para las pretensiones y necesidades que pueda tener la llegada del AVE a la ciudad, más al considerarse que la de Miranda no va a ser una estación de parada principal, ya que la propia filosofía de la alta velocidad desaconseja paradas cercanas, y la de Vitoria estará apenas a 25 kilómetros.
La adecuación mínima del antiguo edificio de viajeros debería posibilitar la habilitación de un vestíbulo, una zona de información, venta de billetes y atención al cliente, una sala de embarque de alta velocidad, aseos, vestuarios, un local comercial, oficinas, almacenes y un cuarto de instalaciones. Además, la ubicación de antiguo edificio de viajeros, junto a la vía 12, es la idónea para dar servicio a la alta velocidad, ya que precisamente por esa zona de andenes de la estación está previsto que discurra la nueva plataforma ferroviaria, lo que daría acceso directo a los trenes desde el propio edificio.
Con todo, la solución definitiva a la terminal ferroviaria mirandesa no se conocerá hasta que el Ministerio concrete cómo quedará el trazado entre Burgos y Vitoria, y con ello qué servicios de alta velocidad pretende implantar en la ciudad.