No todo son sesiones científicas para los 1.600 investigadores que se han dado cita en Burgos. El MEH ha diseñado una programación especial centrada en una treintena de visitas didácticas en inglés, francés y castellano que permitirán a los asistentes al congreso conocer de primera mano los fósiles originales más importantes descubiertos en Atapuerca y que componen la colección del museo, así como las dos explosiones temporales: ‘Cambio de imagen. Una nueva visión de los neandertales’ y ‘la Cuna de la Humanidad’. Mientras, el fin de semana se dedicará a la visita a los yacimientos, los cuales serán enseñados por los guías arqueológicos de la Fundación Atapuerca así como por miembros del equipo de investigación.
Por su parte, el Centro de Recepción de Visitantes de Ibeas de Juarros acogerá hasta abril la exposición ‘Cuevas y Paisajes Kársticos. Una historia escrita con agua’. Esta muestra financiada por Fundación Caja de Burgos y comisariada por Ana Isabel Ortega y Miguel Ángel Martín Merino se ha realizado con motivo del 60 aniversario de este Grupo Espeleológico Edelweiss para mostrar un patrimonio natural en su mayor parte oculto y frágil.
La segunda de las exposiciones ‘Una Arqueología sin fronteras. Los contactos internacionales de la Arqueología española en el siglo XX’ se exhibirá en el MEH y propone profundizar en el conocimiento del impacto que las relaciones con investigadores de otros países tuvieron en la arqueología española del siglo XX. La muestra desmitifica la idea de que la arqueología se limitara a un papel pasivo en el siglo XX y de que estuviera aislada respecto al resto de expertos internacionales y alumbra la idea que desde sus comienzos se ha caracterizado por la existencia de una intensa comunicación internacional entre expertos.