El burgalés Santiago Callejo y el catalán Faust Burgada han sido los únicos alpinistas en realizar en cordada la travesía del Cervino (4.478 metros) por las dos caras en la presente campaña.

Coronaron el pico de los Alpes el pasado lunes en unas condiciones climatológicas muy adversas. «Es una cima asequible en verano. Con la llegada del calor la nieve desaparece y las piedras afloran. Lógicamente, tiene sus dificultades pero es una montaña relativamente sencilla. Sin embargo, este año la nieve se está manteniendo. Está haciendo un verano muy frío y hasta ahora todas las cordadas estaban resultando incompletas. Nosotros hemos sido la primera cordada -unidos por una cuerda- en completarla», destaca el extriatleta burgalés.

Santiago Callejo practicó diferentes deportes en pasadas campañas, siendo uno de los triatletas más destacados de Burgos. Posteriormente se pasó al alpinismo en una afán de seguir haciendo deporte pero sin intención de competir. «Escalaba en Pirineos y Picos de Europa. Era otra forma de hacer deporte. Poco a poco me fue entrando el gusanillo y ahora, que estoy con más confianza y también más experiencia, opté por un nuevo reto. Ha sido el monte Cervino», explica.

El alpinista burgalés y su amigo Faust Burgada emprendieron viaje el pasado domingo y el lunes iniciaron la travesía por las dos aristas del Cervino. «En altura hemos estado dos noches, pues hemos necesitado dos días para recorrer las dos caras. Las condiciones climatológicas han sido duras, pues había nieve y hielo invernales. Todo el material fijo que portábamos lo encontramos enterrado por la nieve. Hemos soportado viento de 55 kilómetros por hora. Salimos de Cervinia (Italia) y después de 33 horas, 2 vivacs -dormir a la intemperie- y coronar Cervino, llegamos a Zematt (Suiza)», detalla Santiago Callejo.

Tras esta aventura, ya están pensando en la expedición del próximo año al Pico Lenin (7.134 metros) en Kirguistán.