El alcalde de Castrillo de la Vega, Juan José Gutiérrez, del PP, ha mostrado su malestar y preocupación porque el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2015 solo destina respecto a la Autovía del Duero fondos para concluir la variante de Aranda de Duero -único tramo que entrará en servicio el próximo año- y para retomar las obras entre este punto y La Mallona, a las puertas ya de la capital soriana.
Pese a que la puesta en marcha de la citada variante eliminará el peligroso paso por la travesía castrillense -puesto que sus 15,2 kilómetros circunvalan conjuntamente Castrillo, Aranda y Fresnillo de las Dueñas- Gutiérrez considera que con esta apuesta por la conexión soriana por parte del Ministerio de Fomento se está relegando al trazado oeste de la A-11, que es precisamente el que va más retrasado y el que quizás soporte un mayor volumen de tráfico.
«Como españoles y castellanoleoneses no parecen bien las obras hacia Soria, porque por lo menos vemos que se moviliza y que se va a hacer algo. Y si hacen esa parte por narices, tarde o temprano tendrán que hacer la otra. Pero a nosotros nos condenan porque en cuatro, cinco o seis años no van a hacer nada», argumenta.
Gutiérrez ve con pesimismo el horizonte de finalización de las obras ya que si se mantiene el ritmo inversor reflejado en los pingües 25,11 millones de euros destinados a retomar la construcción de los 77 kilómetros entre Aranda y Soria adjudicados en 2008 y 2009 que la crisis obligó a reprogramar, la culminación del desdoblamiento podría tardar bastante más de 10 años. «Esto quiero decir que dormiremos por los menos seis o siete años dándosenos bien, y esto ni es coherente, ni lícito», apunta.
En el caso de los tramos entre Castrillo de la Vega y el límite con la provincia de Valladolid y entre ese punto y Quintanilla de Arriba (Valladolid), aunque ya está el proyecto de construcción y en algunos puntos ya están hechas las actas de expropiación, Gutiérrez asegura que no se han materializado «y ni pensar en ellas». Un total de 42,24 kilómetros que requieren 315,08 millones de euros. Además está el tramo entre Quintanilla de Arriba y Tudela de Duero, 34,9 kilómetros y 169 millones de inversión, del que aún no se ha licitado la redacción del proyecto «que va a recibir numerosas alegaciones».
Gutiérrez denuncia que «llueve sobre mojado», pues se acumula un retraso de casi ya dos décadas -en 1997 arrancó el proceso administrativo-, y anuncia una campaña para intentar que se incluya alguna enmienda que amplíe la dotación para adelantar el desdoblamiento de esta peligrosísima carretera «fundamental porque une Barcelona con Galicia».