Los embalses del Duero arrancan el año en máximos del siglo

Patricia Velasco
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La ausencia de precipitaciones en los primeros diez días de 2019 ha provocado que el nivel de los pantanos haya descendido y se encuentre en cifras inferiores a 2014, aunque los sistemas más importantes se mantienen al 60%

Pantano de Riaño en León a más del sesenta por ciento de su capacidad - Foto: Ical

Un otoño seco y un invierno que, de momento, tampoco ha dejado muchas lluvias ni nieve no han impedido que los pantanos de la cuenca del Duero arranquen 2019 con el mayor volumen embalsado del siglo XXI. La ausencia de precipitaciones en las primeros diez días de 2019 ha provocado que el nivel de los embalses de la cuenca del Duero descienda con respecto a los máximos históricos del último siglo que alcanzaron en diciembre, aunque las expectativas son buenas de cara a este año. Una variación sobre la que ponen el foco desde la CHD, ya que este descenso demuestra la importancia de las condiciones meteorológicos y cómo en pocos días puede cambiar la situación de los pantanos.

Las reservas alcanzan a fecha 10 de enero, último dato publicado por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), 1.756,1 hectómetros cúbicos, el mayor registrado en los últimos cinco años y por encima de la media de la última década (1.489,9 hm3). Pero si se analizan los resultados históricos de volumen embalsado, el inicio de este año es superado en 2014, cuando los pantanos de la cuenca cerraron el año con un promedio de reservas de más de 1.800 hm3.

José Antonio Ruiz, jefe del área de Explotación de la Confederación, señaló a este periódico que «la ausencia de precipitaciones en diciembre y enero están provocando que no se mantenga esa evolución, que por otra parte también es normal porque la climatología es muy variable entre un año y otro». Esta falta de lluvias que se vislumbra provoca que incluso en algunos embalses se detecten incluso pérdidas con respecto a la semana pasada, «aunque no significativas», sí destacan en algunos sistemas como el Pisuerga, donde se ha perdido casi un hectómetro cúbico. Ruiz destacó que hay que quedarse con el dato positivo de la situación en la que se cerró 2018 y que «las condiciones meteorológicas tienen que cambiar en algún momento».

Situación por sistemas.

Los sistemas más importantes de la cuenca del Duero están en general por encima del 60 por ciento de su capacidad. Es el caso del embalse de Santa Teresa, en Salamanca, que alcanza los mayores porcentajes con una reserva hidráulica próxima al 70%, seguido de Riaño, en León, que se encuentra al 67%, al igual que Cuerda del Pozo en Soria, mientras que el Carrión, en Palencia, se sitúa al 65% y el embalse leonés de Barrios de Luna supera el 63%. Por el contrario, los sistemas Pisuerga, Adaja (Las Cogotas) y Tuerto (Villameca) se encuentran por debajo del cincuenta por ciento, aunque con valores muy superiores a los del año pasado por estas fechas.

El jefe del área de Explotación de la CHD recalcó que es cierto que el agua almacenada «no se va a peder» y permite garantizar la campaña de riego en sistemas como Riaza, Alto Duero y Tormes, a la espera de la evolución meteorológica de los próximos meses. Además, las lluvias registradas han servido para recargar los acuíferos en las principales masas deficitarias y garantizar la humedad del terreno.