En tiempo de descuento. 14 años al frente de la Junta de Castilla y León le dan galones y aplomo suficiente para hablar sin cortapisas. Tardó en decidirse pero una vez dado el sí, Herrera baja una campaña más a la arena política para intentar ganar las elecciones autonómicas de mayo.
Tras confirmarse que repetiría como candidato dijo hacerlo por responsabilidad y sentido del deber. ¿Dónde queda la ilusión?
Es un factor fundamental. Ilusión existe y voy a intentar demostrarlo. A mí siempre se me han pedido pruebas de sangre, de compromiso. Se me vuelve a hablar de si voy a estar los cuatro años cuando llevo 14. Lo que ha prevalecido ha sido el sentido de responsabilidad, de compromiso y el orgullo de ver que la gente se implica.
Pero con tantas ‘milis’ hechas, ¿cómo se quita la pereza de otra campaña más?
Poniéndote a trabajar. No he sido, ni soy ni voy a ser seguramente el más abierto o el que más facilita. Me cuesta, pero lo que hay que hacer es tirarse a la piscina.
¿Qué le hizo dar el paso? Todas las señales que había lanzado eran en sentido contrario.
Ha habido momentos en los que he considerado que lo mejor era lo contrario, que podía ser lo natural después de 14 años. Pero la ponderación de una serie de circunstancias, de reflexión con personas de mi entorno, con el propio presidente Rajoy y la motivación de esos miles de afiliados en un partido como el PP de Castilla y León que está moviendo estos días a más de 14.000 personas para formar candidaturas municipales, me hicieron inclinar la balanza.
¿Hubo presiones?
No. Quise excluir esta cuestión de la actualidad, del debate interno. Dije que esto no tocaba, ni lo mío ni lo de los demás. Creo que los ciudadanos valoran a quienes en tiempo de trabajo se dedican a trabajar y se dedican a estas cuitas solo en el tiempo de descuento. La procesión iba por dentro pero hubo un momento en el que los tiempos acompañaron, fueron más favorables. Cada cual jugó su tiempo, Rajoy también, y se tomó la decisión. Y como he venido repitiendo, cuando digo sí es que sí.
¿Qué habló con Mariano Rajoy en esa famosa comida?
Fue muy respetuoso. Lo que ocurre es que él me traía argumentos que eran, según su criterio, todos favorables a la continuidad. La verdad es que es muy lacónico en sus sentencias. La primera vez que lo hablamos me dijo algo tan gallego como ‘seguiremos hablando’. Y es verdad que ese seguiremos hablando tenía mucho que ver con eso que he dicho. Este debate o se da y se cierra hace meses o no tiene sentido tenerlo abierto. Y cuando ya lo cerramos, fue también con una sentencia; me dijo: ‘no te vas a arrepentir’. Cualquiera que sea el resultado del día 24 de mayo, y voy a luchar porque sea positivo, he hecho lo que debía hacer.
¿Venía con argumentos y con encuestas también?
Venía con todo tipo de argumentos; también sociológicos.
¿Y qué decían esos últimos?
Algo para lo que seguramente no hace falta pagar a ninguna empresa. Decían que soy el político del PP de Castilla y León más conocido por los ciudadanos (risas).
¿Cuál es su compromiso con los ciudadanos de Castilla y León? ¿Si gana estará cuatro años?
Mi compromiso es exactamente el mismo que en 2001 y 2003. También es verdad que en 2003, 2007 y 2011 se me ha pedido lo que no se le ha pedido a nadie. Creo que puedo presentar unas certificaciones de servicios prestados a la causa, no digo del PP, sino de Castilla y León. Sí puedo decir que me situo entre los políticos que más han creido, que más apuestan y más trabajan. Es verdad que estos años he amagado con que era la última, pero siempre he dicho que mi carrera política se acabará en Castilla y León. Dentro de ese espacio de incertidumbre que tiene la vida, me presento con los papeles razonablemente resueltos. Mi compromiso con esta tierra es pleno. Me emplearé a fondo en esta campaña, consciente de que las circunstancias son diferentes. Permitidme que llegue el 25 de mayo y veamos un poco el horizonte. Vamos a dejar que los ciudadanos se expresen.
¿Qué directrices ha dado a los militantes?
Nosotros salimos a ganar. Hay algunos otros que de una manera más o menos difusa han expresado que salen justamente a lo contrario, a no dejarnos ganar. Salen a pensar en el día 25 pero en clave de posibles pactos de perdedores. Ahora bien, ahora más que nunca es un gravísimo error, es injusto, irrespetuoso con los ciudadanos y con los políticos de esta tierra pensar que Castilla y León es el granero de votos del PP. Aquí, por el entorno, por las circunstancias, por el cansancio de los ciudadanos con la dureza de la crisis y las medidas adoptadas, o por el cabreo objetivo por casos de corrupción que no son nuestros, habrá que buscar, que merecer, que conquistar cada voto. Por lo tanto, salimos a por todas pero con más humildad, con más trabajo y con más respeto que nunca. Eso sí, sin miedo y sin ofrecer miedo.
¿Cómo será la campaña?
Explicativa de lo que hemos hecho, de lo que no hemos sabido hacer y de lo que queremos hacer, pero me niego a que por nuestra parte sea el cuento de Pedro y el lobo. Hay que explicar qué hay detrás de marcas que aparentemente están inmaculadas y que tienen muy poco detrás y lo poco que vamos conociendo no nos gusta un pelo. También debemos tener esa disposición de cercanía para escuchar las críticas, quejas, reivindicaciones y las propuestas, alguna de las cuales se podrá incorporar al programa electoral. Tenemos un trabajo hecho y sobre eso, con luces y sombras, con errores y con aciertos, plantearemos un programa realista y responsable. Podemos lucir un compromiso en forma de 2.248 candidaturas. Quiero que el PP en esta región no pierda la centralidad, que no es otra cosa que estar aquí, ser personas reconocibles, cercanas. Ciudadanos comunes que entienden que la política es un servicio digno a pesar de que algunos lo hayan manchado. Aquí no hay buenos y malos. No está por un lado la gente normal y por otro la casta política.
Lo que ocurre es que la honestidad se ha puesto muy cara. Hay mucha desconfianza.
Sí, pero en unas elecciones locales puedes juzgar dos cosas: personas no solo marcas y puedes juzgar la eficacia y la honestidad. Creo que aquí tenemos argumentos. El otro día utilizaba Antolín Sanz una expresión que me gusta mucho, lo de ir por la vida en la vertical. No tenemos nada de lo que avergonzarnos. Yo no me avergüenzo de estar en política, ni de presidir el PP, ni de permanecer 14 años como presidente. Los ciudadanos podrán decir que llevo demasiado tiempo o que no he estado a la altura, pero uno de los valores que tenemos es que nuestra región no figura en los mapas de la corrupción en España, como sí lo hacen otros gobiernos de todo signo político. ¿Que ese es un factor? Sí, de cabreo, de disgusto, de cansancio. Ha sido un reproche durante mucho tiempo. Espero que en nuestro caso se valore, sobre todo la honestidad.
¿Contarán con la presencia de la dirección nacional y del presidente? ¿O visto el caso de Andalucía ha llegado a la conclusión de que restan más que suman?
No. Quiero que vengan los ministros que a lo largo de estos años han demostrado sensibilidad con nosotros. Los que son de aquí, los que nos conocen y nos quieren. Los que tienen proyectos y tienen que recibir una crítica o una reivindicación por el retraso de cosas, pero por lo menos los que han demostrado sensibilidad. ¿Esto quiere decir que los ha habido que no han demostrado sensibilidad? Sí. En este gobierno y en los anteriores. Eso lo tengo claro.
La marca PP está en horas bajas tras el batacazo de las elecciones andaluzas. ¿Se distanciarán de esa imagen deteriorada y se centrarán en su gestión?
Las locales y autonómicas son unas elecciones donde la marca es importante. Pero no hay que ser un Arriola para hablar de la municipalización de estas elecciones. Nuestros mejores agentes electorales son esos alcaldes y esos concejales que quieren seguir siéndolo, pese a no tener, en muchos casos, ningún tipo de retribución. Y esto tampoco lo han entendido en algún despacho de Madrid. Además de ser lo mejor que tenemos y de significar la política con mayúsculas, junto con su candidatura van a defender la mía, van a defender las autonómicas. Hay otras marcas que no tienen definida ni una trayectoria ni unas ideas ni unos programas. Por ejemplo, no sé cómo se va a defender aquí la propuesta de eliminar los ayuntamientos que lleva alguna formación. O esa otra que plantea elevar la presión fiscal al conjunto de los ciudadanos, que son clases medias. Nosotros tenemos marca, pero también personas reconocidas. Son unas elecciones más personalizadas y de interés directo, mucho más que las europeas, de las que también podemos extraer algunas consecuencias.
¿Cuáles?
El hecho de que una tercera parte de nuestros votantes se quedaron en casa, se abstuvieron. Eso es un castigo pero, al mismo tiempo, es una espera. Es un castigo fiel porque siguen ahí, no se han ido a otro sitio. Vamos a ver qué hacen ahora que conocen a los candidatos y pueden decidir sobre la labor que han realizado.
Sin embargo, dos de los candidatos en Andalucia eran nuevos en la plaza, la de Podemos y el de Ciudadanos, y no han cosechado malos resultados.
El candidato de Ciudadanos no era un desconocido. De las andaluzas podemos extraer muchas conclusiones. De lo que se decía y de lo que se calculaba y del prematuro anuncio de la muerte del bipartidismo. Pero también del ascenso limitado de unas opciones muy radicales que pertenecen a un momento en el que el disgusto ciudadano se traducía en un deseo de remover incluso el modelo, de alguien que mantenía el discurso tan poco sensato de volver a dividir a los españoles en buenos y malos y en romper los consensos del 78. En el caso concreto de Ciudadanos no partían de la nada y lo que desconozco es qué podían ofrecer. Pero, en cualquier caso, de lo que estoy seguro es de que los andaluces no se han equivocado.
Hubo significativas ausencias en la reunión de la Ejecutiva Nacional del PP convocada para analizar el fracaso de las elecciones andaluzas. ¿Comparte la sensación de que faltó autocrítica?
Yo no estuve, pero es cierto que algunos compañeros tienen la mala costumbre de retransmitir en tiempo real lo que allí ocurre. No estuve porque, para bien o para mal, ese lunes fue el que la Casa Real señaló para que la Reina Sofía viniera a Ávila y a Alba de Tormes a inaugurar Las Edades.
Hombre, algo le contarían.
No he hablado con Esperanza Aguirre y los barones con los que suelo hablar no estuvieron, así que no me han contado grandes cosas. Yo, como los comités los hago abiertos, procuro ser autocrítico.
¿Va a acceder a debatir con el candidato del PSOE?
¿Con él solo o con alguno más?
Díganoslo usted.
Tenemos ya programado algo, pero con hilvanes. El debate del debate se ha planteado siempre. Vamos a ver si el clima es medianamente razonable. En otras ocasiones ha habido descalificaciones previas, cuando no insultos, que lo hacían imposible. Antes que nada, tiene que ser una demostración de respeto ante los que debaten.
Como siempre, una de las palabras más repetidas en esta precampaña es la de renovación, pero, ¿por qué no se animan a practicarla realmente?
La renovación no se refiere solo al cambio de personas sino también a la ilusión y a sus proyectos. Yo me presento como un candidato renovado.
¿Silván es renovación? ¿León de la Riva es renovación? ¿Carriedo es renovación? ¿Ramiro Ruiz Medrano es renovación?
Bueno, pero Rosa Valdeón puede ser renovación, Alicia García puede ser renovación, García Cirac es renovación, Silván es renovación. Pero que me quieren decir, ¿que estamos desgastados? Asumimos eso, sí.
No, lo que queremos poner de manifiesto es que los electores agradecen rostros nuevos.
Sí, pero en muchas ocasiones no les damos tiempo para madurar y nos impacientamos.
Es que alguno, como León de la Riva, lleva 20 años en el cargo.
Sí, pero si lleva 20 años no es porque se haya empeñado él -que también- o yo -que algo habré tenido que ver- sino porque le han votado en una ciudad en la que gobernó muchos años el PSOE. Vamos a permitir a los ciudadanos que lo valoren. Dentro de la regeneración hay un capítulo de oportunidades generacionales en las que pueden tener razón. Pero no hay que estigmatizar a los mayores solo porque seamos mayores.
Por no abandonar a León de la Riva, ¿es la decisión más difícil que ha tenido que tomar?
El PP de Valladolid lo valoraba y los ciudadanos, por los datos que tenemos, también. Desde un punto de vista puramente electoral es un gran candidato. Podrán decir que cinco mandatos es un exceso, pero cuando no hay una causa objetiva que lo invalide... No estamos hablando de un asunto de corrupción, todos sabemos la causa por la que se sentará en el banquillo. Tampoco vas a ser tú en ese caso quien le condene, sino que es un juez el que debe condenarle o absolverle, como confiamos.
Un informe del BBVA augura que, en 5 años podíamos estar en Castilla y León en los niveles de empleo anteriores a la crisis. ¿No es demasiado optimista?
Sí.
¿Y no es demasiado peligroso tanto mensaje en esa línea?
Tampoco es malo que vengan personas que saben de esto y digan, junto a los datos oficiales que ya marcan que nuestra economía creció en 2014, y más de lo que calculábamos, que para 2015 y 2016 habrá un crecimiento casi del 3%. Lo importante es que nos trasladan que eso producirá 34.000 nuevos empleos. La tendencia es positiva pero hay que dotarla, y esto no es baladí, de un marco de estabilidad política. ¿Que eso pasa por mantener a quienes estamos? No necesariamente, pero habrá que apostar por la estabilidad política. Esos informes y los organismos internacionales nos dicen que uno de los puntos débiles está en posibles procesos de inestabilidad.
Dos de los asuntos más importantes para esta Comunidad siguen sin soluciones factibles. El primero es el del envejecimiento.
Mi experiencia es que no puedes remontar un proceso de envejecimiento, mejor dicho de crecimiento demográfico negativo, si prescindes del crecimiento económico. Y a través de éste, del empleo y de las oportunidades para que los ciudadanos no se tengan que ir. Tenemos la experiencia, que fue desgraciadamente truncada en 2009, de un proceso de crecimiento notable. No fue un acierto de las políticas de familia, de inmigración, de juventud o de población de la Junta. Estuvo asociado a un periodo largo de crecimiento estable. Es que es importantísimo. ¿Por qué tienes que apostar? Por hacer la vida más fácil a las familias, sobre todo a quienes toman la decisión de tener hijos. No solo hablamos del empleo, hablamos de un buen sistema educativo, de fórmulas que permitan a los jóvenes acceder a la vivienda, de atraer inmigrantes.
¿Qué medidas adoptarán?
Para corregir el saldo migratorio, para que retornen, tenemos que poner cuanto antes, en un escenario de estabilidad política, crecimiento sostenido y estable. En cuanto al saldo vegetativo, ojalá sea todavía mayor la esperanza de vida, pero vamos a intentar que haya más personas que decidan tener hijos y la piramide de crecimiento crezca. Mientras, ¿qué debemos hacer? Recordarle al Gobierno que hoy el problema de la población debe formar parte de sus preocupaciones, porque España tiene ya un problema de pérdida de población. Hace falta una respuesta de Estado.
El otro tema es el de la financiación autonómica. ¿Vamos a lograr que se escuche nuestra voz?
Mal puede darse un debate serio y una solución a la insuficiencia de un sistema que algunos nos quisieron vender como un traje a la medida para Castilla y León y que desde luego no lo queremos, cuando son garbanzos contados. O incluso menos porque los ingresos, vinculados a la actividad, han sido menos. Hemos agradecido algunas cosas que ha hecho el Gobierno. Es verdad que son remedios parciales, que han beneficiado más a unas regiones que a otras y ahí está un fondo inicial para el pago a proveedores que a nosotros nos benefició para cubrir deudas en materia de sanidad; ahí está el FLA, del que se han beneficiado algunas Comunidades, que han podido sobrevivir, lo que me parece bien. A eso nunca le pondré una objección porque detrás de esos gobiernos, aunque sean desleales como lo han sido en momentos de dificultad los nacionalistas en Cataluña, hay ciudadanos. Castilla y León, con nuestra austeridad, con nuestro esfuerzo por cumplir el límite del déficit y endeudamiento, también hemos contribuido a que mejoren las circunstancias económicas y financieras, a que la prima de riesgo haya bajado más de 600 puntos y que España se pueda financiar en unas condiciones muy beneficiosas. Lo que estamos diciendo es que a la hora de repercutir esa mejora financiera no seamos de peor condición.
¿Cuáles son exactamente sus planteamientos?
Lo que estoy diciendo es que para mi gasto social, para mis necesidades, el mayor beneficio es que pueda renegociar el endeudamiento que he ido asumiendo estos años. Pido que se me apliquen esos beneficios de tipos cero de interés. Hemos hablado de la reducción del gasto, de la reducción de las inversiones, de la congelación de los salarios de los funcionarios durante cinco años, pero no hemos hablado de la subida del gasto de intereses incluso en una Comunidad como ésta que se ha endeudado menos que la media. Cuando veo que el Gobierno está mejorando las condiciones de endeudamiento a las Comunidades que acudieron al FLA es que no lo puedo entender. No puedo entender que a quienes hemos cumplido nos penalicen. Nosotros vamos a ser solidarios pero pedimos solidaridad. Vamos a ser justos, pero pedimos justicia. Y hoy justicia es reconocer que el modelo no sirve, que es insuficiente.
¿Hacia qué modelo debe irse?
Un modelo en el que pueda seguir manteniendo unidades educativas en el territorio mientras haya 4 alumnos. Esa es mi contribución a que siga habiendo niños en los pueblos. También voy a seguir manteniendo los 3.600 consultorios locales y los 172 centros de salud en el medio rural. ¿Eso qué determina? ¿Qué soy la Comunidad que más ratio tengo de médicos y de enfermeras de atención primaria en el conjunto de España? Es porque lo necesito. Quiero que me lo financien porque ahí estamos ayudando a españoles. Yo quiero que las dos terceras partes de las residencias públicas sigan estando en el medio rural. Hay unas circunstancias que me tienen que reconocer y no lo hacen. Solo para financiar la sanidad, la educación y los servicios sociales Castilla y León recibe 500 millones menos de lo que se gasta. Luego, ¿de donde los saco? O los saco del resto de las políticas, que es lo que hemos hecho y por eso esos servicios me consumen el 80% de mi presupuesto, o bien me endeudo, pero ya no me voy a poder endeudar más. Si alguno no lo entiende, llegará un momento que quien está en este despacho se tendrá que ir a Madrid y dejar las llaves. Lo que no me van a obligar es a cerrar lo que necesitan los ciudadanos. No dejemos los pueblos solo para el lobo y la avutarda.
Vaya mensaje que le ha mandado a Montoro.
A mí me parece que Montoro se equivoca cuando declara que no está para abrazos. La política es sensibilidad, es cariño. Si tú no abordas los problemas con sensibilidad, aunque sea para decir no, entonces de qué va esto. Montoro es un gran ministro pero cuando he tenido que decirle que no estaba de acuerdo, se lo he dicho.
Sí, pero el que le ha defraudado como ministro de Hacienda es de su mismo partido....
Me duele más porque es de mi propia casa. Yo también me he pateado Castilla y León defendiendo en una elecciones generales una mayoría absoluta que al final se consiguió y merced a la cual él es ministro de Hacienda.
¿Y eso se lo ha recordado?
Sí, porque los argumentos que defendemos están cargados de razón. Aquello que puso en marcha de las balanzas fiscales es un atropello. ¿Donde queda la balanza histórica? ¿Quién nos valora a nosotros los millones de paisanos que se han tenido que marchar de esta tierra? Ahora resulta que el AVE no tiene rentabilidad. Y se dan cuenta justo cuando tiene que llegar aquí. Primero vamos a tener todos la misma oportunidad.