El juicio por el crimen de Villoldo quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia Provincial de Palencia después de que el acusado, Julio Susinos, vecino de Olmillos de Sasamón, reconociese que asesinó a su mujer a cuchilladas e intentó matar a su hija en septiembre de 2010. Las partes llegaron a un acuerdo de conformidad por el que el inculpado será condenado a un total de 24 años y 9 meses de prisión como autor de los delitos de asesinato, homicidio en grado de tentativa, amenazas y quebrantamiento de la condena.
De esta manera, se rebajan las peticiones iniciales del Ministerio Fiscal que sumaban 32 años y 11 meses, así como de las acusaciones populares representada por la Asociación Clara Campoamor y las particulares de los hijos y hermanos de la víctima.
En una breve declaración ante el tribunal, Susinos asumió los hechos aunque matizó que «no tenía la intención de matarla». Añadió que las amenazas «son totalmente mentira». «Aquí hay justicia terrenal pero hay otra divina y allí pagará quien tenga que pagar, yo ya estoy pagando aquí», concluyó.
Los hechos reconocidos datan del 19 de agosto de 2010 cuando la pareja, que se encontraba en su domicilio familiar de Villoldo junto a sus dos hijas gemelas de 19 años, mantuvo una discusión como consecuencia del arreglo de uno de los coches del matrimonio. El tono fue subiendo hasta el punto de que la fallecida arañó en la cara al inculpado, quien respondió cogiendo un cuchillo que le puso en la cara a su esposa al tiempo que profería amenazas de muerte contra ella.
Como consecuencia de las amenazas y de otros hechos similares que se habían producido con anterioridad, la víctima y sus hijas solicitaron una orden de protección que fue concedida por el Juzgado de Instrucción de Carrión de los Condes a través de un auto dictado el 24 de agosto de 2010. La orden recogía como medida cautelar la prohibición de que Julio Susinos se acercara a menos de 200 metros de su esposa e hijas. El acusado se trasladó a vivir a la residencia de sus padres en Olmillos de Sasamón (Burgos).
El malestar por la orden de alejamiento que obligó al inculpado a abandonar su domicilio le llevó a que a las dos de la madrugada del 9 de septiembre de 2010 saliese de Olmillos de Sasamón hacia Villoldo. Con la intención de no ser visto, aparcó a más de un kilómetro su coche de la localidad palentina. Accedió a la casa tras cortar la alambrada que rodea una parte del inmueble y entró en la cocina donde cogió un cuchillo de 33,7 centímetros. A continuación subió a la primera planta donde se encontraba su esposa durmiendo y tras inmovilizarla le asestó once cuchilladas que le provocaron la muerte. En una habitación de la misma planta se encontraban sus hijas gemelas. Al oír pedir ayuda a su madre una de ellas intentó salir de la habitación cuando se encontró con su padre que llevaba el cuchillo con el que había matado a su mujer. La joven recibió varias cuchillada en la barbilla, pecho y clavícula, donde se quedó la hoja del cuchillo tras romperse el arma y que ella misma consiguió arrancar.
Mientras el agresor iba a la cocina a por otro cuchillo, las hermanas se refugiaron en el cuarto de baño hasta que llegó al Guardia Civil, alrededor de las 3,44 horas de la madrugada.