Empezaron colgando tuits con Isabel, la serie sobre la Reina Católica, aunque en ese momento lo hacían a posteriori, al día siguiente de la emisión del capítulo de TVE. La acogida que tuvieron los comentarios y la documentación aportada por el Archivo y la Biblioteca Municipal les animaron a continuar con Carlos, Rey Emperador, pero ya en tiempo real, durante la emisión del capítulo.
«La Biblioteca Nacional comenzó a hacerlo con Isabel desde el primer minuto. La potencia que tiene esta institución en las redes sociales es impresionante y sirvió para darnos cuenta de que a la gente esos datos le interesaban. Por eso con Carlos Rey Emperador nos sumamos a esa corriente a la que se habían incorporado otros archivos estatales», apuntan los responsables de esta idea pionera en el ámbito local: Pilar Figal, de la biblioteca del Archivo Municipal de Burgos, y Rafael Ibáñez, de la Biblioteca Municipal de Burgos.
Y entonces llegó El Ministerio del Tiempo, la serie que ha revolucionado las redes sociales convirtiéndose en un fenómeno con vida propia conectado al producto televisivo. Los fans consiguieron que en la primera temporada Lope de Vega y Spínola fueran trending topic el día de emisión de sus respectivos capítulos. En la temporada actual los seguidores de internet (a través de la web o en Twitter)han crecido exponencialmente hasta el punto de tener un apelativo propio: los ministéricos.
El Archivo y la Biblioteca Municipal se han incorporado a esta comunidad con las herramientas que dominan:sus propios fondos. «La idea es trasladar a los ciudadanos que esa información histórica que está viendo en televisión de una manera más o menos lúdica también está a su disposición entre los tesoros de los que son propietarios, porque hablamos de instituciones municipales», señalan estos dos amantes de las redes sociales, la Historia y, por supuesto, las bibliotecas.
«Cada uno buscamos en nuestros respectivos fondos aquella información vinculada a Burgos y susceptible de ser tuiteada en función de lo que conocemos del contenido del episodio que se va a emitir. Se escanea la documentación, se preparan las imágenes, se crea un listado de posibles tuits y luego, en nuestra casa, fuera de nuestro horario laboral y mientras se emite la serie lanzamos aquellos que encajan con la emisión».
El Archivo fue un filón con Carlos Rey Emperador, principalmente por la Guerra de las Comunidades: «Sorprende que el Emperador se preocupara tanto de cuestiones del alto gobierno como de las de, digamos, andar por casa. Hay documentos sobre cómo debía funcionar el gremio de zapateros, por ejemplo. En esos documentos está la firma del rey, o sea que lo leía o se lo leían. Estaba muy pendiente de todo. También es verdad que Burgos en esa época era muy relevante y es cierto que siempre agradeció la postura de la ciudad en la Guerra de las Comunidades», señala Pilar Figal, la «ministérica» del Archivo.
En El Ministerio del tiempo suele ser la Biblioteca la que lleva la voz cantante, aunque ambos comparten el mismo protagonismo: «Esta serie tiene la ventaja de que como cada episodio trata de un tema y una época distinta, nos permite trabajar con un poco más de desahogo ya que la información recopilada es para cubrir un día, no toda una temporada. La desventaja, que también la tiene, es que de temática burgalesa no hay muchos episodios», recalca Rafael Ibáñez, el «ministérico» de la Biblioteca Municipal.
Aún así no lo han tenido mal. La segunda temporada empezó con El Cid y ambas instituciones pudieron hablar sobre los libros vinculados al personaje y la peripecia que sufrieron los restos del Campeador hasta llegar a la Catedral. En el segundo capítulo el protagonista fue Cervantes y, claro, entre otras cuestiones tuitearon las andanzas deEl Quijote por Burgos tal y como las imaginó Martínez Rives y su Bachiller Avellanado en la continuación de la obra de Cervantes. Yanoche, en el viaje en el tiempo hasta la época de Napoleón, mencionaron que el 18 de abril de 1808 tuvo lugar en Burgos el primer alzamiento contra la ocupación francesa.
«Lo que conseguimos es entrar en la corriente de conversación que ha generado la serie;aumentar el número de nuestros seguidores; dejar de ser instituciones rígidas y serias para convertirnos en entes más accesibles, y crear curiosidad e interés por nuestros fondos y la propia Historia». Sin duda el Archivo y la Biblioteca Municipal han roto el cascarrón que a veces deja aisladas a estas instituciones para formar parte de la vida de la gente. Si tienen curiosidad, apunten: @ArchMunBurgos, @BibMunBurgos y @MdT_TVE.