Un vecino de Huerta de Rey, condenado a pagar 26.000 euros por provocar un incendio

diariodeburgos.es
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La Junta recibirá más de 23.000 euros como compensación por el coste de la extinción

El Juzgado de lo Penal nº 3 de Burgos ha condenado a E.T.G., vecino de Huerta de Rey, al pago de 26.000 euros por provocar el 26 de agosto de 2010 un incendio forestal en este municipio. De esta cantidad, 23.593 euros corresponden a la compensación que el condenado deberá pagar a la Junta de Castilla y León por los medios empleados en la extinción del incendio, según informa la Delegación de la Junta en Burgos.

El incendio fue originado por el procesado en una tierra agrícola mientras realizaba un picado mecanizado de paja con un tractor. A pesar de que los primeros medios de extinción de la Junta llegaron a la zona apenas tres minutos después de iniciado el fuego, este se propagó a un monte cercano con gran rapidez, favoreciéndole las condiciones meteorológicas, que eran muy propicias para ello. Ese día se registraban temperaturas superiores a los 33 grados, con un viento superior a 30 km/hora y una humedad relativa inferior al 15%.

La virulencia del incendio obligó a desplazar a la zona a varios efectivos de la Junta de Castilla y León: 2 helicópteros con sus respectivas cuadrillas, una avioneta, 3 camiones autobombas, 1 bulldozer, 6 cuadrillas terrestres, 9 agentes medioambientales y 2 técnicos.

El incendio afectó finalmente a una superficie de unas 44 hectáreas pobladas por encinas, quejigos, sabinas y matorrales, y se tardó más de 3 horas en extinguirlo.

El ahora condenado había provocado en días anteriores otros dos incendios más en la misma zona, aunque en estos casos solo afectó a superficie agrícola, y se pudo apagar antes de que las llamas llegaran al monte al ser avisado por los agentes medioambientales del peligro que suponía utilizar una picadora en estas condiciones meteorológicas, instándole a que llevara a cabo las labores pasada la época de máximo riesgo de incendios. Las esquirlas metálicas incandescentes resultantes del choque de las piezas de la picadora contra una piedra terminaron dando la razón a los agentes.