El curso 2011-2012 no ha sido el mejor en la carrera deportiva de Juan Carlos Higuero (Aranda de Duero, 3-8-1978). Una lesión en febrero marcó la preparación del atleta burgalés, que primero se perdió el Campeonato de Europa de Helsinki y, finalmente, se ha quedado a 32 centésimas de conseguir la marca mínima A para competir con España en los 1.500 metros de Londres 2012. Hubiera sido su cuarta participación en unos Juegos Olímpicos, sin embargo, Higuero no descarta que eso se cumpla en Brasil 2016.
Temporada atípica...
Atípica porque llevaba 10 años seguidos yendo a los campeonatos de verano. Ahora, uno mismo se encuentra un poco desamparado por no estar en un campeonato y defender a tu país, que es lo que siempre venía haciendo yo en el 1.500, pero hay que asimilarlo y aceptarlo y, sobre todo, ver dónde están los errores. Estudiaré la agenda de los entrenamientos de todo el año, me sentaré con mi entrenador en breve para ver dónde hemos fallado realmente y que la temporada que viene no vuelva a ocurrir lo mismo.
De los errores se aprende.
Sí, pero bueno, yo sigo estando contento con lo que estoy haciendo. Creo que la lesión me ha truncado el poder estar en Londres porque fueron siete semanas más otros seis meses que ya arrastraba del 2011. Se ha juntado mucho tiempo parado. Hay que hacer un balance y ver si seguimos en el 1.500 o cambio de distancia. Hasta que no empiece la temporada que viene tampoco hay que tomar decisiones así, hay que seguir entrenando y ver dónde puedo encajar más, si hacer 5.000 o seguir en 1.500. Yo ya digo que estoy contento, he dado todo lo que tenía aunque no ha sido suficiente para estar en Londres. Por 32 centésimas no he podido entrar...
¿Cambiar de distancia hubiera sido la solución?
Yo no me arrepiento de haber hecho 1.500 este año. En mayo me quedé a 32 centésimas de la mínima olímpica, iba bien rodado como otros años y al final, por una fatiga por la falta de base debido a la lesión, no he podido alcanzar la mínima. Luego en el 5.000 intentamos hacer la mínima, pero no salió porque era muy difícil y no lo había preparado. El 5.000 es una prueba que hay que prepararla, pero tampoco me arrepiento de no haberlo hecho. Soy un corredor puro y duro de 1.500, aunque siempre tienes la alternativa de subir de distancia.
Dice que la lesión marcó su preparación.
La lesión fue en el gemelo y tuve también una fascitis plantar. Esto fue en febrero, por lo que en abril y mayo, que es cuando suelo hacer unos 150 kilómetros semanales, no he podido. Decidí hacer solo calidad: series de velocidad y en pista, pero la base me la he dejado porque no había tiempo suficiente para hacer ese volumen de kilómetros y estar fino para el Campeonato de Europa y para los Juegos. Tuve que saltar directamente a hacer la calidad y eso yo creo que me ha mermado mucho la forma.
Sin Casado, Olmedo ni Higuero, llega el turno para Rodríguez, Bustos y Diego Ruiz. ¿Cómo ve el ‘milqui’ español este año?
Yo veo que están muy ilusionados, además va a ser la primera vez que sean olímpicos y, quieras que no, tiene que ser un estímulo para ellos. Ser olímpico es muy importante y más en el 1.500, porque las plazas están muy seleccionadas, pero ellos han sido los que las han alcanzado. Dependiendo la carrera que se dé yo creo que pueden estar, incluso, en la final. A ellos les iría mejor una carrera tipo medio, ni muy lenta (3:45) ni muy rápida (3:35). Yo creo que en una carrera de 3:40 podrían estar los tres en la final.
¿Claves o consejos?
La gente siempre dice: ‘a ver si tengo suerte’, pero yo creo que si tú has trabajado bien, estás motivado, no te pones nervioso y sabes controlar toda la incertidumbre que te rodea (medios de comunicación, rivales…) yo creo que no te hace falta tanta suerte. Hay que estar motivado, no ponerse nervioso y estar muy listo en carrera: tener siempre la salida fácil, no tener muchos codazos con los rivales… esa es la pequeña suerte que hay que tener en carrera. Por lo demás, todo es posible, y más en el 1.500, porque a veces no gana el mejor. Hay tanta combinación en la carrera: si sale lenta, si sale rápida, si pillas a los de detrás en el corte… Repito, hay que tener motivación y esperanza.
En una entrevista previa a Pekín 2008 decía podían ser sus últimos Juegos, sin embargo, ha tenido en la mano estar en Londres 2012.
Creo que hubiera sido una travesía muy bonita ser cuatro veces olímpico. Tres creo que está muy bien, pero yo soy muy ambicioso y uno siempre quiere marcar hitos e intentar récords, pero bueno, creo que en España no ha habido nadie con tres olimpiadas en el 1.500 y me quedo con ese récord, del que estoy súper contento. Y bueno, ¿Río de Janeiro? Está lejos, pero yo nunca cierro puertas. Es un horizonte muy lejano para mí, pero quizás en otra distancia pueda estar. Yo voy a seguir entrenando porque soy un romántico del atletismo y ya estoy pensando en el Mundial de Moscú en 2013. Hay que ir año a año, pero yo creo que nada es imposible. Si uno se lo cree puede hacer cualquier cosa.
Y sobre todo si tras una decepción no faltan los apoyos...
Agradezco a la gente que me ha apoyado porque ellos saben cómo lo estoy pasando, tengo un dolor interno bastante fuerte, aunque a veces no se note. Perderse unos Juegos Olímpicos es algo muy duro cuando sabes que lo tienes ahí, en la mano; pero bueno, yo tengo que dar las gracias a la gente por los ánimos que he recibido, no me los esperaba. Hay gente que si no vas a los Juegos no te dice nada o que ya, cuando uno no tiene el nivel que ha tenido, prácticamente ni te llaman… pero ha sido al revés. Estoy teniendo casi más llamadas que cuando quedé campeón de España o de Europa por primera vez y me quedo con eso.
Eso es de valorar...
El atletismo a mí me ha dado mucho, me ha permitido conocer a gente por toda España y en especial, en Burgos y Aranda. Me apoyan, siguen confiando en mí, me dicen que tengo que quedar campeón del mundo… y eso te anima, porque son momentos malos que hay que pasar, pero de esta manera es mucho más agradable. Ellos son los que me están empujando y quieren que siga. Yo ya tengo 33 años y a veces me planteo otros objetivos, otras cosas, como organizar carreras o hacer cosas con los niños vinculadas con el deporte, pero la gente en general me está pidiendo por favor que siga, sobre todo la familia y los amigos, que quieren verme otra vez ahí y eso es lo que me anima a seguir y, de hecho, seguiré.