El 2,1% de los alumnos ha sufrido a menudo casos de acoso escolar

DB / Aranda
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La XIISemana del Menor celebró ayer una jornada informativa para la prevención de estas situaciones de violencia escolar y del ciberacoso a través de las redes sociales e internet

Olga Hurtado (izq.) y la edil de Acción Social, Azucena Esteban, en la exposición del concurso de dibujo sobre la Paz. - Foto: DB

El 2,1% de los niños y niñas en nuestro país han sufrido a menudo acoso escolar, un porcentaje que se sitúa en el 1,8% en el caso de aquellos alumnos que han padecido muchas veces esa violencia si bien son muchos los que ocasionalmente han sido objeto de bromas, insultos, robos o aislamiento. El dato lo dio a conocer ayer Olga Hurtado, trabajadora social del Movimiento contra la Intolerancia en Castilla y León, que protagonizó una jornada informativa para la prevención del bullying y el ciberacoso escolar dentro de la Semana del Menor,  un tema de rabiosa actualidad a raíz del reciente suicidio de una adolescente de 16 años en Ciudad Real.

A nivel regional, el último dato del que se dispone es el que proporciona el Observatorio para la Convivencia Escolar, que comprobó y certificó la existencia de 39 casos de bullying en las aulas en la comunidad entre 2007 y 2010, de los 174 posibles detectados.

Hurtado informó de que los casos de violencia continuada tienen consecuencias psicológicas bastante graves para las víctimas, que en casos extremos llegan a pensar en quitarse la vida. «Por eso se está dando tanta importancia a intentar prevenirlo antes de que suceda», indicó.

De cara a prevenirlos, evidenció que preferentemente lo sufren niños aislados, de entre 12 y 14 años, que se relacionan poco con otros alumnos, por lo que consideró necesario fomentar las relaciones sociales, especialmente en los casos de chavales con algún tipo de diferencia o discapacidad. «Hay que fomentar una cohesión grupal, que dentro de las aulas tengan amigos, porque estos serán los que apoyen a la víctima ante un caso de agresión», señaló.

Asimismo puso el acento en la importancia de concienciar a los espectadores de las situaciones de acoso para que reconozcan que también son responsables y que se tienen que posicionar y ayudar a la víctima. «Porque normalmente el problema que se da es que la víctima no comenta lo que le está pasando por miedo o porque su autoestima está tan mermada que no es capaz», advirtió

De cara a detectar los casos de violencia, Hurtado recomendó observar a los niños y estar atentos ante bajadas del rendimiento escolar, trastornos del sueño, ansiedad, o si ponen justificaciones para no acudir al centro educativo, sufren robos habituales o presntan señales de agresiones físicas.

En el caso de sospechar, recomendó acudir directamente al centro, ya todos ellos tienen un protocolo de actuación ante estos casos e, incluso en los institutos, disponen de un orientador.  «En el caso de que los padres lo observen deben ponerlo en conocimiento inmediatamente del profesorado para indagar sobre la situación, porque un agresor puede  tener varias víctimas», señaló.

Asimismo, hizo alusión a los agresores, instando a los padres a colaborar con el centro educativo  «porque hay que detectar por qué causa es un agresor y hay que controlarle y ponerle límites, porque un niño puede cambiar», advirtiendo que si no se cogen a tiempo pueden convertirse en agresores de su familia y su pareja.