El Partido Popular votó -durante la Comisión de Agricultura y Ganadería celebrada en la tarde de ayer en las Cortes autonómicas- en contra de la PNL presentada por el PSOE por la que se planteaba que el Ejecutivo autonómico se dirigiera al Gobierno de España para declarar ‘zona catastrófica’ la superficie afectada por las inundaciones que en abril se produjeron en la cuenca Alta del Riaza, con la exigencia inherente de ayudas a los ayuntamientos y particulares afectados. Una iniciativa que incluía además reclamar al Ejecutivo central deducciones en el IRPF por los daños y exenciones en el pago de las cuotas de la Seguridad Social.
La iniciativa, que fue registrada por Luis Briones inmediatamente después de que tuvieran lugar estos destrozos, también recogía instar a la Junta a que inicie con “carácter urgente” la valoración de daños.
Sin embargo, el PP, critica Briones, “ha impedido que saliera adelante con sus votos en contra, defendidos a golpe de vaguedades por la procuradora burgalesa Irene Cortés, a quien sí hay que reconocerle que esta vez no será responsable de ninguna discriminación por color político”. “Hay ayuntamientos del PP afectados a los que, vaticino, será muy difícil que logre darles una explicación coherente, la que desde luego no ha aportado en este debate”, opina. Sí votaron a favor de esta iniciativa Ciudadanos y Podemos, mientras que UPL se abstuvo.
Como explicó Briones, “el pasado invierno y el inicio de la primavera fue muy prolijo en lluvias; sobre todo, en marzo, abril y mayo; lluvias que vinieron después de una prolongada y larga sequía, que ha tenido también efectos negativos en el campo de Castilla y León”.
Tal es el caso de la cuenca alta del Riaza, “las grandes avenidas de agua, provenientes del embalse del pantano, provocaron inundaciones de más de 500 hectáreas de tierras de cultivo de cereal, remolacha, arbolado y tierras de cultivo aún sin plantar en localidades de Segovia, como Montejo de la Vega, y, sobre todo, en Burgos, en localidades como Milagros, Torregalindo, Hontangas, Adrada de Haza, Fuentemolinos, Haza, Hoyales de Roa y, especialmente, en Fuentecén, siendo esta última en la que se produjeron los mayores daños”.
Igualmente, Briones recordó que “el presidente de la Comunidad de Regantes de la Cabecera del Río Riaza y los agricultores afectados achacaron estos desbordamientos e inundaciones a la falta de previsión y limpieza de los cauces, a la nieve acumulada y a las importantes precipitaciones que se estaban produciendo sin parar, ya que tenía que haberse iniciado antes el control del desembalse, lo que fue ignorado hasta el último momento, cuando ya era tarde”.