En la primera semana de octubre un apicultor del Valle de Mena y a los pocos días una profesional de Espinosa de los Monteros, Yolanda Martínez, cazaron sendos avispones asiáticos en sus instalaciones. Tras su análisis en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta de Castilla y León, la Administración regional confirmó que esta especie invasora había llegado a Las Merindades y dio aviso el pasado 23 de octubre a la Red Nacional de Alerta de Especies Exóticas Invasoras. Un mes después de los primeros hallazgos, apicultores de Bercedo (Merindad de Montija) y la zona de Angulo del Valle de Mena han atrapado otros diez ejemplares más, dado que las buenas temperaturas han retrasado la hibernación de estos insectos.
Así lo confirmó ayer el portavoz de la Asociación de Apicultores de Las Merindades, Ángel Nava, quien explicó que este colectivo decidió tras su reunión el pasado 11 de octubre crear su propia red de información interna para conocer el alcance de la expansión de la temida vespa velutina. Ha sido a través de esta red como los apicultores han dado a conocer sus hallazgos que pondrán próximamente en conocimiento de los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León como recomiendan desde la Consejería de Medio Ambiente.
Así pues, parece que se cumplen los temores de los apicultores que no han localizado ningún nido o avispero, porque lo que está llegando son reinas en fase de expansión que hacia el mes de marzo comenzarán a criar y construir avisperos para que las obreras salgan a volar hacia los meses de abril y mayo. Ahí es donde se podrían producir serios problemas para los apicultores, dado que estas avispas devoran abejas y en solo veinte pueden destrozar una colmena en un par de horas.
Nava asegura que los apicultores no tienen dudas a la hora de identificar a estas avispas y diferenciarlas de las europeas, que en ocasiones pueden ser incluso más grandes. Las asiáticas, mucho más peligrosas para sus abejas, se diferencian, sobre todo, porque tienen las patas amarillas y porque el segundo anillo del abdomen es de color anaranjado y el resto del cuerpo es negro. «No tenemos dudas», afirma Nava, quien sostiene que «ha de ser el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente el que trabaje para que la Unión Europea dote de fondos a la lucha contra la avispa». Para Nava y los apicultores, el Gobierno también debería «abrir una línea de investigación en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para buscar las enfermedades específicas de la vespa velutina y propagarlas para erradicar o debilitar esta especie».
Mientras llega el protocolo oficial de la Junta de Castilla y León, que según la Consejería de Medio Ambiente estará preparado para la primavera, el momento en que las avispas reina crean sus nidos y las obreras salen a saciar su hambre, los apicultores atrapan avispas con una mezcla de cerveza y vino blanco. El protocolo oficial indicará después si se pueden o no utilizar insecticidas y de qué modo se eliminarán los avisperos