La Diputación Provincial está rematando, durante esta semana, la terminación de la novena y última fase de refuerzo y mejora de la carretera BU-720 que enlaza las localidades de Briviesca y Cerezo de Río Tirón. Las obras comenzaron en el segundo semestre del año pasado pero quedaron a falta de la capa de rodadura que siempre se deja para épocas de temperaturas suaves como es la primavera. Los trabajos están siendo ejecutados por la empresa vallisoletana Hermanos Sastre con un presupuesto de 1,3 millones de euros y afectan al tramo comprendido entre los kilómetros 15 y 21 acabando justo en la entrada a Cerezo de Río Tirón. El tránsito por la vía no ha sido cortado y los vehículos que circulan por ella lo hacen recibiendo paso alternativo.

La carretera BU-720, que presenta una longitud de 21 kilómetros, lleva en ocho años en obras y está absorbiendo una inversión total de 5 millones de euros. Esta calzada conecta la N-I con La Rioja y supone una importante arteria para los vecinos de la zona. El arreglo permite a los residentes de Quintanilla San García disfrutar de un acceso rápido a Briviesca y mientras que a los cerezanos les agiliza sus traslados hacia la N-I. Diputación no posee un registro sobre la intensidad media diaria de vehículos de esta calzada que en todo caso está por debajo de los 992 que circulan por la carretera de Belorado, según fuentes de la institución provincial. Usuarios de la BU-720, afirman que esta vía cada vez soporta más tráfico pesado procedente de la mina de Cerezo y de la planta de biomasa de Briviesca por lo que ven «muy necesarias»  las obras de asentamiento y drenaje del firme. Esta calzada que no siempre tuvo la anchura y trazado de ahora. Su gran transformación se produjo hace quince años y la financió la Junta de Castilla y León que entonces era su titular. Se derribaron árboles para mejorar la seguridad vial, se amplió la calzada a nueve metros y se suavizaron y corrigieron las curvas más peligrosas, aquellas que antes no permitían el paso simultáneo de dos camiones. Una vez terminadas las obras, la carretera pasó a la Diputación que es quien se está encargando de su refuerzo gracias a una inversión millonaria.

Calbarros

La segunda gran inversión en carreteras secundarias de la comarca que se está ejecutando en el último año afecta a la única vía que da acceso a las localidades de Buezo, San Pedro de la Hoz, Galbarros, Caborredondo y Ahedo. Se trata de la BU-5120, una vía que mide 13 kilómetros y que pertenece a los ayuntamientos de Galbarros y Salinillas.

En ella, se están invirtiendo 215.000 euros, de los que 120.000 han sido aportados por la Diputación Provincial dentro de un plan de carreteras de titularidad municipal. El arreglo se encuentra parcialmente ejecutado y se concluirá esta primavera, momento en el que las temperaturas son más favorables para echar la capa de rodadura. La empresa adjudicataria, Asfaltos y Firmes Técnicos, le ha comunicado recientemente al alcalde de Galbarros, Miguel Cuesta, que los trabajos se retomarán en breve. El plazo de adjudicación termina a finales de junio.  Tras la primera parte de las obras, la carretera tiene tramos con aglomerado y otros parcheados con grava. Ahora, el objetivo es completarla del todo. En relación con el tramo de Buezo, en el que ha quedado un escalón en el arcén que podría ser peligroso cuando se crucen un tractor y un turismo, Miguel Cuesta indica que «se hablará con la empresa para darlo una solución».

Por otro lado, este alcalde indica que cuanto termine definitivamente el arreglo de la calzada los ayuntamientos de Galbarros y Salinillas volverán a ofrecer a la Diputación la titularidad de esta carretera porque el mantenimiento es prácticamente inasumible para las austeras arcas de ambos consistorios. Además  la BU-5120 une dos carreteras que pertenecen a la Diputación.