Las arcas del Ayuntamiento arandino se encuentran en una buena situación a tenor del nivel de endeudamiento que presenta la corporación municipal. La estimación que manejan los Servicios de Intervención es que , a fecha de 30 de junio de este año, el volumen de la deuda se sitúe en los 2,7 millones de euros, una cifra que supone que en los cuatro años de mandato se haya reducido en un espectacular 56,74% el débito del Consistorio.

El 30 de junio de 2011 las obligaciones adquiridas por el Ayuntamiento ascendían a 6,2 millones de euros, en un 91,5% correspondientes a los créditos solicitados para financiación de inversiones en los ejercicios de 2000, 2001, 2004, 2005 y 2008 y otros 529.000 euros de la liquidación negativa de la Participación de los Ingresos del Estado (PIE) de 2008. Una cantidad que, dividida entre los 33.229 habitantes que reflejaba el padrón, arrojaba una deuda de 187,8 euros per cápita.

A finales de 2013 la capital ribereña ocupaba el puesto 4.346 de los municipios más endeudados de España, con una deuda viva de 3.418.000 euros y un débito per cápita de 102,8 euros.

En estos últimos cuatro años, en gran medida a base de sacrificar inversiones, se han amortizado un total de 3.540.933,82 euros, con lo que a 30 de junio de este año se estima que cada arandino -sobre una población de 33.065 habitantes- deberá 81,68 euros.

El débito con las entidades de crédito se situará en 1.868.471,14 euros a mediados de este ejercicio, fruto de los préstamos suscritos para hacer frente a las inversiones de los años 2000, 2004, 2005, 2008 y 2009. Además aún se adeudarán 832.322 euros a las entidades públicas, 305.979 correspondientes a la liquidación negativa del PIE de 2008 y otros 526.342 de la del siguiente ejercicio.

SATISFACCIÓN. Desde el equipo de gobierno municipal se ha valorado muy positivamente este balance económico destacando que, pese al ejercicio de contención que ha obligado a realizar, se han mantenido todos los servicios municipales y se han podido acometer algunas inversiones importantes.

«Pese a las dificultades que hemos sufrido, porque la verdad es que todas las obras que se han hecho se han realizado con fondos propios, como la reurbanización de todo el centro, hemos conseguido inversiones importantes que no han tenido que ser a nuestra costa como el ramal ferroviario,  hemos conseguido reducir la deuda viva en 3,5 millones de euros, más del 50%, y todo ello habiendo cumplido con compromisos heredados como el caso Proincove, las parcelas del Sepes o la legalización de la depuradora», subraya la alcaldesa, Raquel González.

La regidora asegura que este resultado es altamente positivo aunque posteriormente la amortización de la deuda condicione de manera determinante el límite gasto en virtud a la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, «fruto de unas reglas del gasto que la verdad es que no se entienden muy fácil».