A punto de cumplirse ocho meses de la constitución de la actual Corporación de la capital ribereña, parece que la situación de gobierno en minoría con el que se llevan las riendas, y que ha impedido que algunos asuntos salgan adelante, empieza a pasar factura. Así parece desprenderse de las declaraciones del portavoz del Partido de Castilla y León, PCAL -‘socio de estabilidad’ del PP- José Ignacio Díez, quien considera recomendable que los populares intenten lograr apoyos para sumar los 11 votos que garanticen un gobierno estable en el Ayuntamiento de Aranda. «Estar en un ¡ay! en cada una de las comisiones o en el pleno no me gusta, y no me gustaría estar así en la Alcaldía. Entiendo que no es conveniente para el municipio, donde creo que tiene que haber una cierta estabilidad y si para conseguirlo tuviera que haber acuerdos con más gente, fabuloso», subrayó el edil castellanista, quien puntualizó que solo ha transmitido este planteamiento de forma oficiosa a sus socios.
Este pacto de gobierno, descartadas las opciones de PSOE e IU, tendría que pasar por llegar a un acuerdo con Unión Progreso y Democracia, que ya en campaña dejó claro su rechazo a entrar en ninguna unión de fuerzas, o con Ciudadanos de Centro Democrático, cuyo representante en el Ayuntamiento es Alfonso Sanz, que hasta 2010 era concejal del PP y fue expulsado de esta formación por discrepancias con el presidente comarcal, Ángel Guerra, quien supuestamente sería contrario a cualquier acercamiento con él. En este sentido, Díez consideró que no habría razones para excluir a ninguna de estas formaciones a la hora de negociar un posible pacto de gobierno, no descartando incluso que pudiera llegarse a funcionar como un cuatripartito.
Alcanzar este supuesto acuerdo de gobernabilidad, incidió el portavoz de PCAL, no tendría por qué suponer la asunción de alguna concejalía ni por él, ni por su compañera de filas, Elia Salinero, aunque tampoco lo descartó. De hecho, insistió en que desde el inicio del mandato han asumido importantes responsabilidades, como son estar presentes en la Junta de Gobierno Local y fiscalizar desde dentro la labor del Ejecutivo local. «Creemos que el mejor sitio donde podemos estar es donde estamos y ocho meses después, lo sigo pensando», aseveró Díez, quien defendió el pese que tienen en la adopción de ciertas decisiones y el trabajo que se lleva a cabo en la sombra para alcanzar determinados acuerdos o, si es imposible el consenso, manifestar su oposición ante ciertos temas municipales.
Al margen del pacto de gobernabilidad, Díez sí reconoció que de manera más formal ha instado a la alcaldesa, Raquel González, a que fomente el diálogo y el consenso con el resto de formaciones para evitar que asuntos importantes se rechacen o queden sobre la mesa. Así, recordó que en estos momentos uno de los asuntos más importantes que se tiene sobre la mesa es la aprobación de los presupuestos municipales, para los que habrá que contar con el apoyo de alguna otra formación. Por ello, abogó a que igual que a ellos se les han transmitido las directrices que se están empleando para su elaboración, y que pasan por la contención del gasto y la optimización de ingresos, mantenga una política similar con el resto de formaciones políticas.