Los integrantes de la plataforma de la N-I están constatando que el incremento en la tarifa de la autopista -un 2% subió el pasado 1 de enero- está contribuyendo a la subida del tráfico, sobre todo pesado, en la Nacional. El colectivo vecinal que defiende los intereses de los municipios que flanquean la carretera viene denunciando esta circunstancia desde hace meses, pues hay que recordar que la última ‘actualización’ del precio se suma al 13% de subida que ya registró a lo largo de todo el año 2012.
Desde el inicio de la crisis económica, numerosos vehículos han cambiado la autopista por la Nacional, un trasvase que se ha visto favorecido, además, por las «continuas subidas de los peajes», denuncia Rafael Solaguren, portavoz de la plataforma.
«En lugar de abaratar la tarifa» con el fin de fomentar que los ciudadanos viajen por la AP-1, «lo que hace el Gobierno es subir los precios», se queja. Y es que en su opinión «la carretera es más peligrosa cuantos más coches y, en especial, camiones circulan».
Desde el pasado 1 de enero viajar de Burgos a Armiñón (Álava) por la calzada de pago cuesta un 2,1% más que el año pasado para los turismos. El peaje se ha incrementado en 25 céntimos y ha pasado de los 11,85 euros de 2013 a los 12,10 de 2014.
Así, circular de Burgos a Briviesca ya cuesta 10 céntimos más (pasa de 5,40 a 5,50); a Pancorbo, 20 céntimos más (de 8,35 a 8,55); a Miranda, también 20 céntimos (de 10,60 a 10,80 euros); y, por último, los 25 céntimos a Armiñón.
La plataforma ha solicitado en más de una ocasión la liberalización de la autopista, con el fin de que la Nacional solo asuma el tráfico de los vecinos que viven en municipios situados junto a la vía. De ese modo, el resto de vehículos acudiría a la autopista, «lo cual reduciría los riesgos de la carretera». Pero no está previsto que la infraestructura vuelva a manos del estado hasta el mes de noviembre de 2018.
Con los datos relativos a 2013 en la mano se comprueba que la AP-1 perdió un 4,25% de tráfico con respecto al que se registraba en las mismas fechas de 2012, pero la N-I tuvo una cantidad de tráfico que superaba en un 2,7% al del año anterior, cuando también fue superior. De hecho, hace poco más de medio año que la Plataforma de la N-I encargó un estudio que reveló que la densidad de coches que circulan por esta carretera triplica a la registrada en la nacional que conecta a la capital con Aguilar de Campoo (N-627) y duplica a la de la carretera de Logroño (N-120).
Por otra parte, el Ministerio de Fomento ha empezado a cambiar algunas de las señales del tramo entre Rubena y Fresno de Rodilla. Están fabricadas con un material reflectante que aumenta su visibilidad ante la presencia de los conductores.