El alcalde de Villafranca, Nicolás Solórzano, advirtió ayer de que la incidencia de la Autovía del Camino (A-12) en los Montes de Oca «será desastrosa» porque causará un «gran perjuicio medioambiental». Tras valorar el proyecto del trazado desde Villamayor del Río hasta su municipio que les ha hecho llegar el Ministerio de Fomento esta semana y que supondrá expropiaciones para más de 500 particulares y entes públicos, Solórzano recordó, amparándose en diferentes estudios, que esta infraestructura causará «perjuicios económicos y sociales» en el medio rural.
«Hayas, rebollos, quejigos, pinus sylvestris y nigra, álamos, fresnos, olmos y sauces, con arbolados de más de 100 años, en algunos casos, se verán afectados al igual que la fauna compuesta por el visón europeo (especie en peligro de extinción), corzos, jabalíes, ciervos, lobos, nutrias, el desmán ibérico y el murciélago ratonero, los galápagos leproso y la bermejuela y la madrilla y muchas rapaces que nidifican en la cuenca del río Oca como los alimoches, también en peligro de extinción, y tantas especies de flora protegida como la Ophrys insectífera (orquídea), el arbusto Equisetum hyemale o la planta con flor Senecio carpetanus, entre otras muchas especies y animales, lamentablemente, sufrirán las consecuencias, si no la desaparición definitiva de nuestros montes».
El alcalde trae a colación también un informe de la Junta que hablaba de la desaparición de 50.000 árboles «muy difíciles de compensar con nuevas plantaciones». Este mismo informe -recuerda- augura «un grave perjuicio para el patrimonio público biológico, genético y paisajístico, así como perjuicios económicos y sociales en el medio rural».
El Comité Español de Icomos, organismo asesor de la Unesco, advierte de que la A-12 tiene un «alto coste ecológico y económico en la propuesta sur:viaductos, grandes desmontes para salvar fuertes desniveles, talas de arbolado de gran valor ecológico, división en dos partes de los Montes de Oca con la consiguiente alteración para la fauna y ganadería del lugar, pérdida de un paisaje cultural».
Litigios
El alcalde reconoce que el pueblo carece de medios económicos para afrontar un nuevo litigio y teme que todos los informes en contra no cambiarán en lo que califican de «obra destructora del medio ambiente».