Un incendio intencionado calcina diez mil fardos de paja en Olmillos de Sasamón

J.A.G. / Olmillos
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Joaquín Velasco, propietario de la explotación, ha sufrido en los últimos años dos siniestros ocurridos en similares circunstancias

Joaquín Velasco observa impotente como arden los fardos. - Foto: DB/Jesús J. Matías

Cerca de 10.000 fardos de paja prensada ardieron anoche en un ncendio provocado en Olmillos de Sasamón. Enormes llamas y una columna de denso humo visibles desde la carretera que da acceso a la población, se alzaban sobre las 'torres' sin que los bomberos voluntarios del parque de Villadiego, pudieran hacer nada para sofocar el fuego. Al cierre de la edición, la paja seguía consumiéndose en esta enorme pira. Este es el segundo incendio de características similares que se produce en la provincia burgalesa en tres días, tras el que calcinó una nave de paja en Briviesca.

El incendio según comentó Joaquín Velasco, propietario de la explotación agraria situada en el pago de Las Tojas del Val, cerca del núcleo urbano, debió comenzar poco antes de las 20,00 horas, momento en el que una patrulla de la Guardia Civil del destacamento de Villadiego vio las llamas y dio la voz de alarma a los bomberos voluntarios de la Diputación, que acudieron con un vehículo autobomba. Mientras intentaban apagar las llamas, el dueño y varios vecinos, con tractores provistos de 'pinchos' consiguieron salvar del fuego varias decenas de fardos.

Para Joaquín Velasco como para algunos convecinos no cabe duda de que el incendio fue intencionado. Quince o veinte minutos antes habían acabado de cargar un camión de paja y tenían apartado otro montón con varias decenas de fardos para hacer un nuevo viaje hoy. El pirómano, según explicaron algunos testigos, seguramente esperó a que se marcharan de la parcela -es de cultivo y no tiene construcciones cerca- para prender el fuego entre ambos montones y huir sin que nadie le viera ocultándose en la oscuridad.

Hace varios años, una columna de fardos de paja situada junto a la explotación ganadera ovina que también regenta en Olmillos de Sasamón y otra que se levantaba también en una tierra de labor ardieron igualmente en incendios intencionados, provocando cuantiosos daños materiales.