El desdoblamiento de la carretera N-122 entre Aranda de Duero y Valladolid para convertirse en la autovía A-11 parece recuperarse de su letargo. Tras la apertura de la variante arandina el pasado mes de abril, el Ministerio de Fomento publicó ayer un anuncio en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en el que anunciaba la aprobación provisional de la Actualización del procedimiento de Evaluación Ambiental entre Castrillo de la Vega y Quintanilla de Arriba.
Aunque tan solo se trata de un documento técnico, que se someterá a exposición pública durante los próximos 30 días, implica una oficiosa reactivación de la conocida como Autovía del Duero ya que es la primera comunicación del Departamento sobre este tramo desde que en 2011 se aprobase el proyecto para estos 28,5 kilómetros en los que se prevé invertir 235,8 millones de euros.
Desde que a finales de los 90 se comenzase a hablar sobre la reconversión de la N-122, muchos factores han retrasado su construcción. El más reciente en 2010, cuando se paralizaron las obras. Sin embargo, un año después José Bono anunciaba que en ese mismo ejercicio todos los tramos estarían en obras.
Promesa que no cumplió y puso en pie de guerra a alcaldes y asociaciones de vecinos que denunciaban, además de las posposiciones, los accidentes registrados en la carretera nacional. Fueron precisamente estas agrupaciones vecinales quienes, en su última movilización en octubre de 2014, pusieron números al olvido de la autovía cifrando la construcción de 24 kilómetros en 24 años.
Motivo por el que el alcalde de Castrillo de la Vega, Juan José Gutiérrez recibe, con precaución, la nueva comunicación: «Puede entenderse como una reactivación, pero también puede hacer pensar lo contrario porque creíamos que todo esto ya estaba hecho», comentó. Tras subrayar la «necesidad» de estas obras que llevan esperando «más de 20 años», Gutiérrez reiteró su sorpresa ante la actualización de un documento que él ya consideraba «definitivo».
En cambio, la alcaldesa de Aranda, Raquel González, definió como «una gran noticia» la publicación del anuncio en el BOE y no ocultó su alegría ante lo que considera una «muestra definitiva a medio plazo de la conversión de la N-122 en la A-11».
Conocedora de los trámites que implica cualquier obra, González se limitó a expresar su deseo de que «la dotación de cantidades económicas y ejecución comience cuanto antes». Esperanza que, subrayó, ya tiene un punto de partida «fantástico» con este anuncio. Por otra parte, recordó la «peligrosidad» de la conducción entre Aranda y Valladolid cuya solución, ahora, parece más cerca.