Las negligencias médicas siguen siendo uno de los caballos de batalla tanto de la Sanidad Pública como privada de cara al futuro. En este sentido, la Asociación del Defensor del Paciente recibió en 2015 un total de 14.430 casos de presuntos descuidos médicos en la sanidad pública y privada, 319 menos que el año anterior, de los cuales 806 están relacionadas con enfermos que acabaron falleciendo por esa asistencia, 29 menos que en 2014. Lo que supone una media de 2,2 personas muertas al día por esta circunstancia.
Así se desprende de los datos de la Memoria anual de esta entidad, que recoge y hace balance de las quejas, reclamaciones, deficiencias y negligencias que les han llegado a lo largo de 2015. No obstante, aclaró ayer su presidenta, Carmen Flores, de ellas solo entre un 30 y 40 por ciento llegan a los tribunales, en la mayoría de supuestos por falta de recursos para gestionarlas.
Se trata del primer descenso de denuncias que registra la Asociación desde el año 2010, cuando anotaron 675 menos que el ejercicio anterior, aunque Flores reconoció que no se debe a una mejora en la calidad asistencial.
«Con las elecciones autonómicas y generales se han dado prisa en hacer algunas cosas, pero el convaleciente de la sanidad pública está lejos de mejorar», defendió.
Con respecto a las quejas o denuncias relacionadas con fallecimientos, la mayoría se deben a un «error de diagnóstico» y a la «pérdida de oportunidad terapéutica como consecuencia de la falta de medios por los recortes. Asimismo, también son habituales los casos relacionados con intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, una atención deficiente, infecciones hospitalarias y retrasos en ambulancias.
Los servicios más denunciados fueron Cirugía General, Urgencias, Traumatología, Ginecología y Obstetricia, Odontología y Maxilofacial, transporte sanitario y ambulancias, Anestesia y Reanimación, Neurocirugía y Urología.
No obstante, el principal motivo de queja fueron las listas de espera, que para la Asociación están «enquistadas» desde hace años y son «una lastra para los ciudadanos», según Flores, ya que «provocan muertes y dejan a familias enteras en una situación terrible. Y no saben cómo arreglarlo o tal vez no quieren», lamentó.
De hecho, según las estimaciones de esta entidad, en España hay 567.500 pacientes a la espera de una intervención quirúrgica, mientras que la demora media para cualquier cirugía no urgente sigue siendo de 96 días, cifras que difieren de las publicadas por el Ministerio de Sanidad y las regiones, ya que «manipulan los datos» y en ocasiones «dejan pacientes en el limbo, sin contabilizar».
En el punto de mira.
La memoria del Defensor del Paciente también recoge, entre otros, 281 supuestos de personas que se sometieron a una cirugía plástica, estética o reparadora con resultado insatisfactorio, 152 de bebés que nacieron con algún tipo de discapacidad, 101 casos de incapacidad después de haber sido realizado al paciente una intervención quirúrgica, 96 afectadas a causa de la depilación láser o 49 fallecimientos en los que se avisó al transporte sanitario pero no llegó a tiempo al hospital.
Con respecto a años anteriores, la presidenta de la entidad destacó el aumento de problemas por depilación láser o atención odontológica, en ambos ámbitos asociados a la proliferación de franquicias y centros con personal no cualificado dentro de este sector concreto.
Por último, registraron 45 procesos de pacientes que fallecieron por una infección hospitalaria y 37 que se contagiaron por hepatitis C, la mayoría tras una trasfusión de sangre. Igualmente, también gestionaron quejas de afectados por esta patología que no habían recibido los tratamientos de última generación que se aprobaron en el último año y que deberían haberlo recibido.