El Ayuntamiento de Castrillo de la Vega está decidido a conseguir las autorizaciones necesarias para poder convertir la minirresidencia de ancianos de la localidad, gestionada por una fundación municipal y que cerró sus puertas el pasado 1 de septiembre después de 17 años prestando servicio a la localidad, en un comedor escolar y trasladar a la misma planta la guardería, que se encuentra en la planta baja del inmueble. Para ello, están acudiendo a las administraciones competentes para obtener los permisos necesarios.

La primera reunión monográfica sobre este asunto la mantuvo el alcalde, Juan José Gutiérrez, junco con su teniente alcalde y el concejal de Obras, con el delegado de la Junta de Castilla y León en Burgos, Baudilio Fernández Mardomingo. Durante el encuentro, el primer edil resumió el objetivo de la reunión en la petición de asistencia técnica para realizar las mejoras que se precisen. «Queríamos solicitarles que nos envíen técnicos para no cometer errores en la distribución, realización y preparación, como igualmente de la guardería, que será un edificio conjunto», afirmó.

Tras exponer las razones por las que es necesaria la puesta en marcha de un comedor escolar, demandado por las madres y padres de los alumnos que acuden a la sede castrillense del CRA Riberduero, Gutiérrez logró arrancar un compromiso al delegado de la Junta de que la respuesta a sus pretensiones llegaría antes del 15 de marzo. «Esperemos que sea positivo, esperemos que sea positivo, lo repito para subrayado porque si no seguiremos actuando de la manera que creamos conveniente», aseguró el alcalde de la localidad, con una contundencia apoyada en la demanda social.

El viaje a Burgos lo aprovecharon los representantes del Ayuntamiento de Castrillo para consultar en la Diputación provincial las pautas a seguir para elaborar una normativa para regular el programa Crecemos, en la que se pauten los métodos de ingreso, las tasas y todo lo que se demanda según el borrador enviado por la Junta.