El Condado de Treviño sigue dando importantes resultados en las investigaciones arqueológicas que se realizan. La última ha sido la realizada por un grupo de investigación de la Universidad del País Vasco, liderado por el profesor Alfonso Alday, que acaba de terminar los trabajos de campo desarrollados en el yacimiento prehistórico de Martinarri, en Obécuri. Las conclusiones reflejan que se trata de un amplio abrigo bajo roca con un explanada delante, que sirvió de refugio a comunidades humanas que allí estuvieron entre hace 12.000 a 8.500 años antes de Cristo.
«Los primeros grupos que habitaron en él, del final del Paleolítico, llegaron al lugar en las últimas fases de la época glacial. Los siguientes se alojaron cuando las condiciones ambientales se parecían ya a las nuestras, y el territorio estaba cubierto de densos bosques», explica el propio investigador. Algo que permitirá evaluar cómo se produjo el último cambio climático y cómo evolucionó la fauna y la flora de la región.
Las excavaciones arqueológicas han permitido detectar que la caza era una de las actividades principales, habiéndose localizado puntas de proyectil, «posiblemente montadas en flechas que se lanzaban con arcos», se detalla. Raspadores para el tratamiento de pieles y cuchillos para manipular los animales abatidos han sido otros de los restos hallados. «Todo este material se confeccionó en sílex, recogido en la Sierra de Urbasa (Álava-Navarra) e incluso más lejos, en el litoral cantábrico».
«Restos de hogares, estructuras levantadas con palos, abundante fauna, un colgante son otros de los elementos recuperados», avanzan los investigadores. Los arqueólogos resaltan la importancia del yacimiento por su riqueza y porque, junto al treviñés de El Montico de Charratu y los alaveses de Atxoste y Socuevas, «formaron una red de establecimientos que evidencia la instalación definitiva de nuestra especie en la región». Se trata así de unos resultados excelentes y que abre «muy buenas expectativas» para los siguientes años de actividad.