«Llevaba tiempo dándole vueltas y me parece una buena idea destinarlo a un bien social. Mi padre obtuvo una beca para estudiar en Madrid y quería vincular su legado a la importancia que tiene la educación». Javier Sáez del Álamo, uno de los hijos y herederos del pintor Luis Sáez, resume así su intención de donar 284 obras del legado del pintor a la Fundación Secretariado Gitano (FSG) para que los beneficios que obtenga con su venta se destinen a becas de estudio para mujeres gitanas que cursen estudios secundarios post obligatorios o universitarios.
«Tiene mucho más sentido que repercuta en la comunidad gitana a que lo disfrute yo en particular. Es una forma de devolver a la sociedad una obra importante para que se pueda hacer un uso loable de ello. Y una manera de recordar a la comunidad gitana, de darle visibilidad, y de trabajar por la igualdad de género», sostiene este sociólogo que actualmente trabaja en la Fundación Secretariado Gitano como técnico experto dentro del Departamento de Igualdad y Lucha contra la Discriminación.
En el lote hay dibujos, óleos, acuarelas, grabados y bocetos de todas las épocas, aunque la que menos predomina es la de la década de los 90: «Hay piezas de los años 50, cuando practicaba ese cubismo inicial, óleos abstractos de los 60 -que personalmente me gustan mucho, aunque puede resultar una obra menos amable-, piezas de los 70, que son menos conocidas que las de la época final... Hay un poco de todo: bocetos de su etapa de estudiante, retratos de familiares, del pintor Manolo Villares... Es un conjunto interesante».
Calcular el valor económico del lote es muy complicado, como también hacerlo con cada pieza de manera individual. Expertos consultados por este periódico estiman que el precio de un grabado o un óleo, dependiendo de las dimensiones, la época e incluso la ley de la oferta y la demanda, podría oscilar entre los 300 y los 20.000 euros, aunque es un cálculo impreciso por las numerosas variantes que pueden influir en cada obra. Aún así reconocen el importante valor de este legado por tratarse del pintor burgalés más importante, junto a Modesto Ciruelos, de los últimos 50 años.
El artista de Mazuelo de Muñó donó en vida al Museo de Burgos cerca de un millar de obras, entre bocetos, dibujos, litografías, grabados y piezas de gran formato. El resto de su herencia, sin contar la que está expuesta en museos o la que pertenece a colecciones particulares, se repartió entre sus cuatro hijos y algunos familiares.
«Mi padre era una persona solidaria y yo creo que estaría de acuerdo con esta propuesta porque era un hombre que le daba mucha importancia a la educación y entendía su capacidad para transformar la sociedad. Lo vería como una forma de devolver su obra a los burgaleses, como hizo con el Museo de Burgos».
La donación se hará oficial el 5 de marzo, en un acto previsto en el I.E.S. Pintor Luis Sáez. La obra se puede consultar en internet (https://www.gitanos.org/donacion) y, aunque la gestión del fondo queda en manos de la FSG, Sáez no descarta una exposición para difundir la obra y conseguir que su venta se transforme en becas.