El adiós de 'Julianín'

H. Jiménez / Burgos
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Después de 32 años alternando de forma ininterrumpida cargos provinciales, regionales y nacionales el socialista Julián Simón de la Torre deja la primera línea política tras no haber entrado en ninguna candidatura

Entre temporal y temporal, mientras las lluvias se lo permitían y no tenía que desplazarse a Valladolid, Julián Simón ha empleado una parte de esta semana en podar los manzanos de su finca de Bugedo. A partir de mayo ya no tendrá que buscarse ratos libres porque dispondrá de todo el tiempo del mundo. Se retira uno de los fijos de la vida política burgalesa durante los últimos 32 años.
Desde 1983, año en el que se convirtió en procurador por las incipientes Cortes de Castilla y León, Julián Simón de la Torre (Madrid, agosto de 1956) ha ocupado permanentemente algún cargo público. Salvo una experiencia laboral inicial en la imprenta Delta, en la calle río Ebro de Miranda, su carrera profesional ha sido la política. Y ahora, a los 58 años, vuelve «a la vida civil», como él mismo la define.
De momento se queda desempleado. Probablemente se tome una temporada de descanso, pero tendrá que incorporarse a algún puesto en la empresa privada «porque mi intención es cotizar hasta los 65 años, desmintiendo uno de los tópicos que hay sobre la política y que dice que con dos legislaturas ya tenemos una pensión vitalicia, lo cual es falso», apostilla.
El final de la carrera política de Simón de la Torre ha coincidido con las últimas guerras en el PSOE de Castilla yLeón. Él era el secretario de Organización con Julio Villarrubia, el número dos del partido a nivel autonómico, y su lealtad para con quien le había puesto en el cargo le ha costado quedarse sin ningún puesto cuando Villarrubia perdió frente a Tudanca.
Paradójicamente, este burgalés de Miranda de Ebro se cae de la primera fila socialista tras la victoria de otro burgalés, Luis Tudanca. Pero Simón de la Torre no manifiesta resquemor, pese a confesar que «los últimos dos años y medio han sido durísimos», con tensiones tan serias como las que provocó el caso de Ponferrada o la batalla abierta con Óscar López. Y aun así habla de su salida como si fuera algo consensuado: «Digamos que ha sido una decisión compartida por el partido. No he hecho ni un solo movimiento para intentar continuar y a quien me ha preguntado así se lo he trasladado».
 Hijo de Julián Simón Romanillos, el histórico alcalde mirandés, Simón de la Torre (a quien en Miranda muchos conocen de forma cariñosa como ‘Julianín’) llevaba en la sangre la política desde muy joven: entró como procurador en el primer parlamento regional elegido democráticamente. Tenía 27 años y allí se mantuvo hasta 1996. En ese año se convirtió en diputado en las Cortes Generales, donde permaneció tres legislaturas, primero en la oposición y después, coincidiendo con la primera victoria de Zapatero en 2004, rompiendo el que hasta entonces había sido techo electoral del PSOE en la provincia de Burgos.
Cambió el Congreso por el Senado en 2008, y de ahí regresó a las Cortes en 2011, donde ha ocupado el puesto de vicepresidente segundo de la Cámara en representación del PSOE. En paralelo ha ocupado también múltiples cargos orgánicos en el Partido Socialista de Burgos, desde secretario de organización a secretario general provincial, cargo en el que precedió a José María Jiménez.
En su dilatado currículum falta una experiencia a nivel municipal. Siendo su padre tantos años alcalde de Miranda, llama la atención que ni siquiera haya sido concejal de su localidad, o incluso alcalde. A punto estuvo, porque le disputó el número uno de la candidatura a Fernando Campo en el año 2003 y en las primarias perdió por un solo voto. El actual regidor, que se convirtió en primer edil mirandés gracias a aquella victoria pírrica, habla ahora de Simón como «un animal político» con el que conserva una relación cordial «pese a que procesos como aquel que nos enfrentó en las urnas siempre generan tensiones, pero hemos conservado la amistad y la colaboración». Y valora, sobre todo, la tarea de bisagra que Simón desarrolló entre las facciones provincial y capitalina del partido porque «siempre ha intentado ser un político de pactos».
Juan José Laborda, otro de los históricos del socialismo burgalés, también habla de Julián en clave de amistad, una relación «heredada de la que tenía con su padre», relata el ex presidente del Senado. A juicio de Laborda, Simón de la Torre ha sido «una persona honrada y tenaz, con una inteligencia prodigiosa para entender los entresijos de la política y detectar los cambios de humor en la ciudadanía, porque se patea la calle y tiene mucha capacidad para hablar con quien piensa de manera diferente».
 
«Tristeza y liberación». Laborda lleva unos años apartado de las ‘trincheras’, aunque permanece vinculado a la representación política como miembro del Consejo de Estado, y quizás por eso comprende las sensaciones que debe tener estos días el todavía procurador. «De tristeza, pero también de cierta liberación de las obligaciones que conlleva el cargo», resume, al tiempo que lamenta que esta despedida haya tenido que coincidir con las disputas en el PSOE de Castilla y León. «Julián fue un hombre leal a Villarrubia y eso conlleva que ahora no continúe, pero lo que ha ocurrido en el partido no ha sido edificante», concluye el ex presidente del Senado.
¿Era obligada su salida, a la vista de que va camino de cumplir los 60 años y que lleva más de 30 en política? No lo ve así Fernando Campo, quien argumenta que «los que llevamos muchos años en esto no juzgamos por la edad, porque hay jóvenes muy torpes y mayores muy válidos. Esto ha sido una consecuencia de lo que ha pasado en los últimos meses», resume el alcalde de Miranda.
A partir de ahora, además de cuidar de sus manzanos, Simón de la Torre seguirá vinculado al Partido Socialista aunque sea como un militante más. «Yo no abandono la vida política, sino los cargos, y seguiré apoyando al PSOE desde la Agrupación de Miranda para que gane las próximas elecciones», sentencia el protagonista de la despedida. Si es un adiós definitivo o un hasta luego, pensando en próximas convocatorias electorales, lo veremos a finales de año.