La plataforma de la N-I urge diseñar 4 accesos más a la AP-1 para 2018

I.E. / Burgos
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Considera que Fomento no puede perder el tiempo y debe proyectar salidas y entradas en Monasterio, Castil, Briviesca y Cubo. El tercer carril, más necesario tras el atasco del lunes

El atasco del pasado lunes en la autopista reveló la necesidad de que la AP-1 cuente con un tercer carril en noviembre de 2018, la fecha en que concluye la concesión para su explotación a manos de Europistas. La plataforma de la N-I considera que el Ministerio de Fomento está «perdiendo un tiempo precioso» para empezar a proyectar las reformas necesarias para cuando se produzca la liberalización, «pues los trámites administrativos son muy lentos y quedan poco más de tres años».

Rafael Solaguren, el portavoz del colectivo de vecinos que luchan por la liberalización y la mejora de la Nacional, explica también que cuando se rescate la AP-1 serán precisos al menos cuatro nuevos accesos. Y para que estén listos en 2018 el estudio de su construcción «al menos debería empezar ya». Para la plataforma deberían habilitarse nuevas entradas y salidas en La Brújula (Monasterio de Rodilla), en Castil de Peones (para conectar con la carretera de Villafranca Montes de Oca), en Briviesca (para comunicar con el polígono) y en Cubo de Bureba (para unir la autopista con la N-232).

En opinión de Solaguren, la autovía debe dar servicio a los pueblos que se encuentran en el corredor hacia Miranda, razón por la que «no puede haber solo los actuales accesos en Rubena, Briviesca y Pancorbo». Además, advierte, las áreas de servicio situadas en la Nacional «exigirán, y con razón, tener una conexión más o menos directa con la futura autovía».

El propio portavoz de la plataforma cree que después de noviembre de 2018 ya no habrá barreras para coger la autopista, pero se pregunta en qué régimen será explotada, si con un peaje en sombra o con algún otro sistema, «porque el mantenimiento para el Estado de esta infraestructura será muy caro». En todo caso, si sigue en manos de una concesionaria indica que deberán realizarse mejoras.

Aunque han solicitado el rescate de la autopista en más de una ocasión, han sido siempre realistas y se conforman con que en 2018 puedan viajar por ella sin pagar peaje. Ahora bien, absorbería buena parte del tráfico que ahora soporta la Nacional, por lo que sería necesaria su ampliación.

Sobre la posibilidad de que los camiones que circulan por la N-I terminen haciéndolo por la AP-I, Solaguren duda de que el Ministerio de Fomento concrete en un breve plazo de tiempo sus planes para desviar el tráfico pesado a la autopista. Además, el sector del transporte solo lo aceptará si la medida es voluntaria, según advirtió esta semana.